El secretario de Comercio, Miguel Braun, explicó que efectivamente el gobierno tienen entre sus objetivos que el país ingrese al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés). Sin embargo, aclaró que no es la prioridad para este año.
«Estamos esperanzados en ser parte del Acuerdo tarde o temprano. Obviamente va a tomar tiempo», aseguró Braun en Washington la semana pasada. El funcionario expuso en el Consejo del Atlántico, como muestra el video que fue publicado por Política Argentina.
«Estamos buscando viajar más, asociarnos más y buscamos formar parte del Acuerdo Transpacífico eventualmente, considerando que va a llevar un tiempo», adelantó Braun.
El TPP es un acuerdo de libre comercio multilateral promovido principalmente por Estados Unidos para incluir a la mayoría de los países en desarrollo. El objetivo es que los miembros inercambien sus exportaciones e importaciones sin ningún tipo de arancel.
PORTAL DE NOTICIAS adelantó los peligros que implican para la Argentina acordar con este consorcio caníbal que sólo beneficia a los Estados Unidos. A continuación los detalles del mismo.
Este tratado es una evolución casi maquiavélica del extinguido ALCA que los presidentes Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula Da Silva y Hugo Chávez, rechazaron en la IV Cumbre de las Américas, en la ciudad de Mar del Plata, ante los ojos enfurecidos del ex presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, en noviembres de 2005.
El 5 de octubre del pasado año, culminó la negociación para imponer el Acuerdo Estratégico de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés); se trata del tratado de libre comercio más grande de la historia de la humanidad, el proceso de negociación se llevó a cabo en absoluto secreto durante los últimos 5 años, aunque desde la llegada de Barack Obama a la presidencia de los EUA se tenía proyectado, para acrecentar el poder económico de los grandes consorcios norteamericanos.
El TPP, abarca un territorio de 12 países: Australia, Canadá, Chile, Brunéi, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, México, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos de Norteamérica (EUA); ubicados en zonas estratégicas de ambos laterales del Pacífico, con una población de cerca de 1000 millones de habitantes, estos países representan el 25% de las exportaciones globales y el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Recientemente, la prensa internacional, algunos sindicatos, como la AFL-CIO y en particular Wikileaks, han sacado a la luz algunos de los contenidos del TPP, partiendo de esa poca información disponible podemos establecer algunas consideraciones:
1.- El TPP es un acuerdo de libre comercio ventajoso para los EUA, hace añicos la soberanía de los países firmantes poniendo por encima de ellos el poder de los monopolios trasnacionales, quienes podrán reclamar hasta el pago por “pérdidas” si los estados imponen medidas proteccionistas en sus respectivos países.
2.- En torno al llamado derecho del autor o derecho de patente, el TPP tiene dos aspectos sumamente agresivos. El primero, se refiere al control absoluto de la información que circula en los distintos medios masivos de comunicación, en particular la Internet, según las cláusulas de este tratado no se podrá propagar información en cualquier país si no se tiene comprado el derecho correspondiente.
3.- El otro aspecto del derecho de Patente, que se refiere a la industria farmaceútica es genocida; impone 12 años de exclusividad a los magnates norteamericanos, y durante ese tiempo se prohibe la producción de medicamentos genéricos, lo que encarecerá severamente el precio de los medicamentos.
4.- El TPP es un tratado privatizador que elimina toda posibilidad de subsistencia de las empresas estatales y paraestatales, obliga a los estados a finiquitar el proceso de privatización de éstas.
5.- El acuerdo pone en bandeja de plata todos los recursos naturales y agrícolas de los países firmantes a merced de los monopolios trasnacionales, obligando a los estados a modificar sus legislaciones para garantizar el saqueo de sus recursos.
6.- Obliga a los estados miembros a modificar sus legislaciones laborales, para garantizar una mayor explotación de la fuerza de trabajo; esto no sólo tiene consecuencias para los países económicamente dependientes, también para la clase obrera norteamericana, que tendrá como presión el traslado de sus fuentes de empleo a otros países, y con ello la disminución de sus respectivos salarios y la pérdida de empleos.
7.- El TPP tiene como uno de sus objetivos estratégicos, aislar y acorralar a la economía China, la segunda economía más poderosa del mundo. El mensaje de Obama fue claro en esta dirección: “No podemos permitir que países como China escriban las reglas de la economía global, nosotros debemos escribir esas reglas…”.
8.- Lo referente a la cuestión militar, se ha mantenido en absoluta secrecía, sin embargo, algunos analistas mencionan que una cláusula principal en el TPP pretende reforzar la presencia militar de los EUA en la cuenca Asia-Pacífico, a pesar de que actualmente ya cuenta con presencia militar en 135 países de todo el mundo.
Aparte del TPP, los EUA están en proceso de negociación de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) que se lleva a cabo con la Unión Europea, de concretarse este acuerdo de libre comercio, impactaría sobre el 60% del PIB mundial, 33% del comercio en bienes y 42% en comercio de servicios; este tratado tambien lleva varios años negociándose en secreto, y tiene las mismas características que el TPP según las pocas filtraciones que se han hecho sobre su contenido.
Por si fuera poco, un tercer acuerdo de libre comercio que está negociando en secreto EUA desde hace 6 años, es el denominado Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA por sus siglas en inglés), que afectará a 50 países: Unión Europea, Japón, Canadá, Colombia, Chile, México, Australia, y Corea del Sur; este acuerdo abarca un 68% del comercio mundial en servicios y pretende regular de manera supranacional, los servicios financieros, de salud, agua, telecomunicaciones y tranportes principalmente, restringiendo toda la capacidad de los gobiernos sobre estos servicios, obligándolos a la privatizatización y entrega a los emporios yanquis.
El TPP ahora tendrá que pasar a la aprobación de los órganos correspondientes de cada uno de los países, en el caso de México y los EEUU, habrá de ser ratificado por los senadores; de consolidarse, entraría en vigor en el 2017.
De prosperar las negociaciones secretas para implantar el TISA y el TTIP, junto con el TPP, le daría el control a EUA sobre el 80% del valor del PIB mundial, que lo ratificaría como la primera potencia. Estos acuerdos sin duda buscan revirar la pérdida de la capacidad de influencia que le trajo la crisis económica internacional del 2007-2009 a EUA y el incremento de la presencia China en el escenario internacional.
Ante esta realidad, conviene traer a cuenta que durante la primera mitad del próximo año se cumplirán 100 años en que Vladimir Ilich Lenin, escribiera una de sus obras económicas más importantes: El imperialismo, fase superior del capitalismo; que en sus 10 capítulos describe la transformación del capitalismo a su época imperialista, del papel determinante del capital financiero y la oligarquía financiera, de la disputa del mercado mundial, la profundización de las contradicciones entre el capital y el trabajo, entre las naciones imperialistas y las naciones dependientes, entre los propios bloques imperialistas; nos advierte de la inevitabilidad de las guerras imperialistas, como producto inherente al desarrollo del capitalismo en la época del dominio de los monopolios.
Son justamente éstos elementos que hoy se desarrollan en su máxima expresión, los amplios y agresivos tratados de libre comercio que están por concretarse (TPP, TTIP y TISA), son mecanismos que buscan ampliar la maximización de las ganancias del capital financiero, a costa de la destrucción masiva de la fuerza de trabajo; la sobreexplotación de la clase obrera, arrojando a la calle a millones de obreros y condenando a las amplias mayorías de la población a la indigencia y la muerte.
Pero hay algo que hasta ahora ni los analistas burgueses y pequeñoburgueses han dicho sobre la perspectiva de estos tratados de libre comercio, el papel que la clase obrera, los campesinos y las amplias mayorías debemos hacer ante esta ofensiva brutal del capital.
Pues bien, además de convertir el mundo en un gran mercado único y una fábrica mundial, este proceso de centralización y concentración del capital también obliga irreversiblemente a los obreros de todo el mundo a verse como un sólo obrero, una sóla clase que trabaja en una sóla fábrica; y de ahí que se posibilita el establecimiento de una lucha única a escala internacional y crea las condiciones para la socialización de los medios de producción a gran escala.
Esa es la tendencia que desde abajo tenemos que empujar, todas las víctimas del capital financiero; el frente unido de la burguesía se viene consolidando desde hace más de 100 años a través de sus organismos internacionales como la ONU, el FMI, el BM, la OTAN, etc., cuyos objetivos se centran en la defensa de los interéses de la oligarquía financiera profundizando la dictadura sobre todo el planeta, desarrollando todas las formas de sometimiento, desde los métodos más democráticos y transparentes de la democrácia burguesa, hasta el fascimo más despiadado; es hora que, desde el mundo del trabajo, desde la clase obrera, los campesinos y el 99% de la población que somos damnificados de esa política, presentemos un Frénte Único contra el imperialismo, contra el fascimo, y por el socialismo.
Como dijo Lenin, esta época del predominio de los monopolios, del capital financiero, también es la época del capialismo agonizante que hoy está en vísperas de una nueva crisis y probablemente preludio de una oleada de revoluciones proletarias.