Los cinco gremios docentes nacionales rechazaron esta tarde por “totalmente insuficiente” la propuesta de aumento salarial ofrecida por el Ministerio de Educación de la Nación y señalaron que las negociaciones pasaron a un cuarto intermedio hasta las 10.30 de mañana.
María Lazzaro, secretaria adjunta del sindicato de docentes privados (Sadop) explicó a Télam que la cartera educativa ofreció formalmente 7.300 pesos de salario inicial a partir del 1 de febrero para llegar en julio a 7.800, “lo que no se acerca siquiera al 30 por ciento de mejora salarial y a los 8.500 pesos de haber inicial reclamado por los sindicatos”, por lo que las organizaciones la rechazaron por insuficiente.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, encabezó el encuentro con los dirigentes a dos semanas del inicio del ciclo lectivo previsto para el lunes 29 de febrero.
Los docentes pretenden una suba salarial que ronda entre el 35% y el 40%, cifras muy alejadas a la pauta inflacionaria que maneja el Gobierno para 2016 que no superará el 25%.
El acuerdo al que lleguen las partes será utilizado como referencia en las provincias y marcará el piso de las negociaciones en los diferentes distritos, dado que la Nación no paga sueldos docentes en general desde que esa potestad fue transmitida a las provinciasaños atrás.
Fuentes oficiales y sindicales señalaron que se espera que el Gobierno realice su primera oferta salarial ante los representantes de los gremios docentes Ctera, UDA, Sadop, AMET y CEA.
El gremio reclama un incremento de sueldos de 40% que eleve el piso salarial docente a $8.500. Y se sumó a las voces que advierten sobre la posibilidad de demorar el inicio de clases, previsto para el lunes 29, al referirse a las bajas ofertas que recibieron los docentes de Buenos Aires y Capital.
Ese escenario también fue planteado por diferentes gremios docentes de varias provincias y nacionales ante la falta de propuestas formales por parte de los gobiernos y la administración central.
Según declaró el titular de SUTEBA, Roberto Baradel a este medio, “el techo que busca imponer el gobierno es injusto porque ya han tomado medidas que favorecieron a los sectores más concentrados de la riqueza, por cuanto aceptar un acuerdo a la baja significaría poner en riesgo el trabajo de las argentinos porque disminuye el poder adquisivo del salario y esto deviene en menor consumo, un proceso de recesión en el país, además de suspensiones y despidos en el sector privado. No estamos dispuestos a conceder esto”, concluyó.
