Durante el debate, el presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Eduardo Fernández, solicitó al gobierno nacional que no deje «librada a su suerte» a la industria nacional.
“Desde el campo de las Pymes y los productores, lo primero que surge es la desorientación en cuanto a las variables que se venían manejando en los planos productivo, impositivo, financiero y de protección de la industria”, apuntó el dirigente.
Fernández advirtió además que, en la actualidad, “el pequeño y mediano empresario, fundamentalmente el industrial, comienza a preguntarse sobre el escenario en que se desenvuelve su actividad”.
“Desde el Gobierno dicen que queda librado en mayor medida a su suerte. Ya no hay un Estado que ponga límites a los grandes poderes económicos», observó el titular de Apyme.
En esta situación, señaló que “es indispensable una dirección política gremial coordinada y unida del sector empresario nacional y de la pequeña y mediana empresa”.
Por su parte, el economista y presidente honorario del IADE, Alejandro Rofman, aseveró que “el proyecto que está hoy en marcha en la Argentina ya revela numerosas inconsistencias y dificultades de concreción”. En este sentido señaló la existencia de “un grave conflicto entre los intereses del sector financiero y los intereses del capital concentrado agroindustrial, que se expresa en la disputa por el tipo de cambio”.
“En tanto, los fondos buitres persisten en el intento de embargar cualquier recurso financiero que provenga de los países centrales. No hay 10.000 millones de dólares disponibles, como se decía”, señaló.
Rofman indicó que “a estas dificultades se agregan las de la economía y el comercio mundial: la CEPAL estima que el crecimiento va a ser del 0,8 %, pero si continúa cayendo el precio de las commodities el índice podría ser más bajo. El BM emitió su estimación para 2016 con un crecimiento mundial del 0,7%. No llega compensar el aumento de la población, lo que supone menor ingreso per cápita a fines de este año. No son buenas noticias para nuestro país”.
En este marco, el economista subrayó que es necesario “convocar a la conformación de una red de organizaciones económicas, sociales y culturales como foro de opinión y discusión sobre el perfil de la Argentina que queremos. Necesitamos una propuesta de futuro que enarbole valores diferentes del gobierno actual y recupere las ideas de solidaridad, igualdad, justicia social”.
Finalmente, el abogado tributarista, Arístides Corti sostuvo que “el poder está atendido por sus dueños: el campo privilegiado, los grandes grupos económicos, las multinacionales, etc. Los integrantes del gabinete son los representantes de los grupos de poder económico, ni siquiera guardan las formas»
Corti observó que “Los funcionarios, que son CEOS de empresas, suelen equivocarse. Por ejemplo, cuando derogan retenciones por vía de un decreto y lo fundan en el artículo 755 del código aduanero que autoriza al poder ejecutivo a establecer derechos de exportación en determinadas circunstancias, Lo cierto es que la Corte Suprema declaró inconstitucional ese artículo, con lo que no puede ser la base de un decreto”.
También se refirió al caso de los dos jueces designados en comisión para la Corte Suprema, por lo cual se presentaron numerosos amparos y numerosas notas de impugnación, y la situación de la Unidad de Investigación Financiera, menos advertida por la opinión pública.
“En reemplazo de José Sbatella, a quien se forzó a renunciar, se puso a un representante del FMI, la subdirectora es abogada del HSBC, y estuvo defendiendo a ese banco ante el organismo que ahora integra. Esto demuestra el desparpajo del gobierno”.
“En este momento, para frenar acciones y medidas aberrantes que van contra las instituciones, es un camino legítimo la judicialización de estos hechos por medio de acciones de amparo y de inconstitucionalidad, porque a este gobierno no le importa la Constitución”, concluyó Arístides Corti.