El Gobierno nacional entró en una fase de extremo nerviosismo por la cacería de los tres prófugos que escaparon del penal de General Alvear, y que volvieron a escaparse pese a que esta madrugada, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), informó con precisión la localización de los delincuentes, en un pueblo rural de Santa Fe.
Dentro del Gobierno creció la frustración de las fuerzas de seguridad que conducen Patricia Bullrich y Eugenio Burzaco, por este nuevo fracaso en la captura de los prófugos. «No puede ser que tengan la localización exacta y doblen para otro lado», se lamentaban.Aunque no descartaban que finalmente los encuentren.Incluso, sorprendió que no se haya apelado a algún cuerpo de élite para hacer una operación quirúrgica de captura y otra vez se vean imágenes de decenas de gendarmes, en muchos casos en evidente fuera de estado, desparramados por las rutas.
Esta mañana cuando los interceptaron, los prófugos dispararon nueve veces a los gendarmes, hirieron a uno y luego abandonaron la camioneta en la que venían y se subieron al auto baleado y continuaron la fuga, en la que mantuvieron otro tiroteo y hasta intentaron bajar una avioneta.
“No puede ser que tres tipos solos le ganen siempre a todas las fuerzas de seguridad”, indicó a LPO una fuente del gobierno, que temía que el caso se termine convirtiendo en un papelón internacional. Es que más datos se conocen y mayor es el bochorno.
Los prófugos habrían llegado a Santa Fe en la misma camioneta que tenían en el Conurbano y cuyos datos se conocían. Ni siquiera se tomaron el trabajo de cambiar la patente.Lo cierto es que papelón o no, como reveló ayer LPO, Macri está furioso con la incapacidad de sus funcionarios para atrapar a los prófugos.
Mientras intentan acorralar a los fugitivos en el campo santafesino, en el Gobierno crecía la preocupación porque caiga la noche sin concluir la cacería, lo que obligaría a las fuerzas de seguridad a hacer una búsqueda casa por casa, con el riesgo civil que ello implica.
Finalmente la temida hipótesis se volvió realidad para aumentar la amargura en la Casa Rosada.Es que ahora ya no hay manera de tratar de circunscribir el bochorno a la provincia de Buenos Aires, como intentó Marcos Peña inicialmente. La persecución de los prófugos ya es enteramente un tema a cargo de las fuerzas federales y el fracaso de esta mañana es absoluta responsabilidad de la Casa Rosada porque se hizo en base a información de la AFI y en un operativo coordinado por Bullrich y Burzaco.
Tan grande es la crisis, que Macri tuvo que regresar al país de urgencia pasadas las 16, luego de reunirse con su par uruguayo, Tabaré Vázquez, cuando le avisaron que no habían podido capturar a los prófugos que estaban en un galpón de la localidad de San Carlos Sur.
Si bien desde el Gobierno nacional dijeron a LPO que no estaba pautada una conferencia de prensa, los periodistas uruguayos que participaron del anuncio señalaron que tenían pautadas dos preguntas por país.Pero Macri se retiró sin responder preguntas una vez que hizo el anuncio de la candidatura en conjunto con Uruguay para organizar el mundial de fútbol de 2030.El embajador uruguayo les explicó a los periodistas que Macri se volvía a Argentina por el sensible asunto de los prófugos.
