En su primer discurso como presidente ante la Asamblea Legislativa, Mauricio Macri dijo que «tenemos que ser optimistas respecto de nuestra esperanza y futuro», señalando que su gobierno va a «trabajar incansablemente los próximos cuatro años para que todos los argentinos al terminar estén viviendo mejor».
Macri indicó que «la política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más grande» sino que el objetivo es el «trabajo en equipo para servir a los demás» para que «juntos encontremos las mejores soluciones» a los problemas.
Tras afirmar que va a «universalizar la protección social para que ningún chico quede desprotegido», agregó que «vamos a trabajar para que todos puedan tener un techo con agua corriente y cloacas».
En otro orden, dijo que «la ley debe ser respetada» y aseguró que «en la pelea irracional no gana nadie» mientras que «en el acuerdo ganamos todos». «Podemos pensar de distintas formas. pero la ley debe ser respetada», subrayó.
Sus afirmaciones en el área se circunscribieron a las críticas a la administración saliente: los problemas del cepo, la pobreza, etc. La forma de resolución de los mismos es aún una incógnita.
Los funcionarios cercanos a Macri apenas se limitan a hablar de «confianza» y «reglas claras». En simultáneo las primeras decisiones fueron tomadas en medio de contradicciones: fue muy claro en el cambio de idea sobre el impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo.
Mauricio Macri, en Facebook, contradijo a su ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y eximió al aguinaldo del pago de ganancias. Todo en 24 horas.
Sin embargo, Alfonso Prat Gay, ministro de Economía de la Nación transmitió el plan económico al tesoro de los Estados Unidos mientas el pueblo argentino aún espera conocer qué decisiones deberá tomar en su economía cotidiana de acuerdo al nuevo marco que disponga el gobierno entrante.
El temor entre empresarios de la pequeña y mediana empresa es la apertura de la economía y lo han manifestado en diferentes medios. El sostenimiento de los puestos de trabajo es su prioridad al tiempo que necesitan márgenes de ganancia.
La única certeza hasta el momento es que continuará el cepo al menos un tiempo y que las retenciones a la exportación de granos y carne serán eliminadas, situación que generó una escalada de precios.
Aún así, los lineamientos generales se desconocen. No se sabe si habrá una política de sustitución de importaciones y de impulso a la industria local o si se optará por su desmantelamiento via librecomercio con las potencias.
Todo es incertidumbre menos para las multinacionales y el tesoro de los Estados Unidos. El pueblo, aún espera definiciones.