En una conferencia de prensa improvisada después de una recorrida de campaña por Avellaneda, un periodista le preguntó a Mauricio Macri por el caso de gatillo fácil de La Boca.
El alcalde hizo un segundo de silencio, la miró a María Eugenia Vidal y la gobernadora bonaerense electa salió en su auxilio: «Es un caso de violencia de género», justificó los tres balazos del Policía de la Metropolitana, algo después negado por la propia fuerza de segurdad porteña. ¿Un anticipo de lo que se vendrá con la Policía Bonaerense, de la mano del futuro Ministro de Seguridad Cristian Ritondo?
Desde su batacazo en la provincia, Vidal se convirtió en el amuleto del candidato a presidente de Cambiemos. Y Macri le saca todo el provecho que pueda a la gobernadora electa.
A su vez, en el spot de campaña recientemente difundido, la protagonista es Vidal y no Macri, el verdadero postulante del balotaje.
“Es emocionante ver lo que estamos logrando juntos. Cambiamos enojo por esperanza; cómo no sentir que podemos, si cada vez somos más los que no nos resignamos”, abre María Eugenia Vidal con su clásica sonrisa.
Y mientras Vidal sigue con su relato con la promesa de tener “mejores hospitales, escuelas y rutas en todo el país”, las imágenes muestran distintos lugares (muchos de la provincia), personas sonrientes y hasta a la propia gobernadora en una recorrida bonaerense.
“No vas a perder nada de lo que ya tenés”, promete después Vidal, en respuesta al eje de campaña elegido por el sciolismo, respecto a la pérdida de derechos que generaría una presidencia de Macri.
Macri recién aparece en los últimos segundos del spot, al lado de Vidal. “Estamos convencidos de que somos mejores juntos que separados”, aporta módicamente el candidato a presidente de Cambiemos.