Desde el barrio de Mataderos, en un acto de campaña, Mauricio Macri dijo que en las elecciones del 25 de octubre “se hizo posible lo imposible, se cayeron los mitos de que ellos siempre iban a ganar y a gobernar”.

En su habitual formato donde se ubica en el centro de la escena, rodeado de militantes y fiscales del PRO, Macri gritó que «sí se puede» y convocó a la multitud que lo rodeaba a sumarse al cántico.

Lo más destacado de su discurso giró en torno a la supuesta campaña sucia que el gobierno instaló en su contra, que según sus dichos «es una vergüenza que se manejen en esos términos». En ese marco el líder de la derecha sostuvo que «no hay que engancharse en ese tipo de maniobras, nosotros no venimos a retroceder, sino a llevar a la argentina hacia el futuro».

Además, ratifico de cara al balotaje del 22 de noviembre, que “este cambio no viene a quitar nada”. El postulante hizo estas declaraciones en medio de la supuesta “campaña del miedo” del Gobierno.

“Basta de mentiras, no le vamos a quitar ninguna ayuda social a nadie, sino a generar oportunidades de progreso para todos los argentinos”, remarcó.

Sobre el final, prometió además que, en caso de ganar, habrá “respeto a las instituciones, conferencias de prensa -no cadenas nacionales- y jueces independientes”.

Al referirse a las investigaciones de corrupción que pesan sobre funcionarios y dirigentes afines al oficialismo, Macri, omitió mencionar las pautas truchas a medios de comunicación del interior, mediante las cuales el gobierno de la Ciudad gastó millones de pesos de las arcas de los porteños y tampoco hizo mención alguna a las más de 200 causas que lo investigan a él y a sus funcionarios, entre otras tantas por espionaje ilegal.

Para finalizar el encuentro y en medio de un millar de papelitos que volaban sobre el escenario, el líder del PRO invitó a todos a gritar, «vamos argentina, vamos argentina», hasta llegar casi a la afonía.

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