En una fresca noche de primavera la gente se volcó a las calles para disfrutar de unas 500 actividades destinadas a familias, jóvenes y adolescentes desde las 20 a las 3 de la madrugada, como sucede desde hace 12 años, en la Ciudad de Buenos Aires, donde en 2014 llegó a convocar a 900 mil personas.
La inauguración de esta nueva edición llegó de la mano de la música y la danza con la suite Don Quijote, presentada por el Ballet Nacional uruguayo SODRE, dirigido por Julio Bocca, sobre avenida del Libertador, entre Austria y Tagle; mientras que el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, dirigido por Mauricio Wainrot, interpretó El Himno a la Alegría.
En esta Noche de los Museos, 30 nuevos espacios se sumaron a la iniciativa, y uno de ellos fue el Centro Cultural Kirchner (CCK), inaugurado en mayo en la ex sede del Correo Central, fue escenario de espectáculos para toda la familia y hasta las 21 había sido visitado por 10 mil personas, informaron los organizadores.
En la explanada del centro cultural, ubicada en Sarmiento 151, desde temprano cientos de personas disfrutaron del espectáculo de circo y camas elásticas «Innova Circo», una organización internacional fundada en Buenos Aires dedicada a la creación y producción, de trabajos artísticos, y el grupo «Una constante» deleitó con un trabajo de fusión, ensamble y desarrollo de diferentes estilos de baile.
Performances de danza, presentación de VJ y DJs en La Cúpula se agregaron al programa. Pero sin duda la propuesta que concitó mayor expectativa fueron la instalación de miradores y telescopios, informó uno de los organizadores, que se identificó como Julián.
Los asistentes, en su mayoría familias y jóvenes, se deleitaron con intervenciones musicales en salones y pasillos, además de visitas guiadas y muestras de artes visuales.
La Ballena Azul recibió a la Orquesta Sinfónica de Florencio Varela, que interpretó «La Gran Pascua Rusa», de Rimsky-Korsakov, y la suite del ballet «Estancia», del compositor argentino Alberto Ginastera.
Una mujer que llegó desde Lanús junto a su marido, y se identificó como Carmen, dijo que llegó a las 14, al CCK al que definió como un «lugar maravilloso», donde pudo ver «una exposición de fotografía muy bella» y aguardaba para ingresar a los miradores. «Es un lugar muy grande, se necesitan tres días para recorrerlo», sostuvo exultante la mujer.
En el Centro Cultural Recoleta, ubicado en Junín 1930, las salas estuvieron dedicadas a la séptima edición de FASE, el mayor Encuentro de Arte, Ciencia y Tecnología con la obra de 200 artistas.
Silvia Sánchez, subgerenta operativa del Recoleta, destacó que «a primera vista la actividad convocó más gente que otras ediciones, en las que se llegó a 80 mil peronas, lo que seguramente tiene que ver con que la propuesta que se ofrece atrae a más público joven».
El director de programación del Centro Cultural Recoleta, Renato Rita, sostuvo que en esta actividad «el público se relaciona muy bien con la contradicción porque aquello que no está acostumbrado a ver genera una intensidad en su percepción que le trae una gran alegría: creo que hay una disposición de elementos y objetos que tienen características rudimentarias pero su condición formal y estética genera una amabilidad general que hace que el participante se sienta contenido, abarcado y partícipe de algo».
Oscar Smoje, director del Palais de Glace, en Posadas 1795, manifestó su satisfacción por la gran cantidad de público presente y explicó que su política «fue mostrar en esta ocasión lo que nunca se vio en Argentina: obras de arte de nuestro país de 1910 a 1940, una rareza de una sola acuarela de 1879, que es una pequeña joyita». La muestra de la Embajada de Suecia «se refiere a cómo se puede hacer publicidad mostrando los diferenetes problemas en una sociedad», sostuvo. «Unas 500 obras salieron en préstamo a museos del país, en el marco de una política del Ministerio de Cultura».
En el Museo Nacional de Bellas Artes, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, el público pudo disfrutar con la exposición «Pérez Celis: testimonio americano» y participar de «La máquina de pensar del Dr Osman: Ya siento el movimiento», el fantástico mundo del arte óptico y cinético, para chicos y de una visitas rapeada, por la obra de Degas. En el exterior, sobre un escenario para actividades musicales, la gran cantidad de niños y jóvenes presentes se deleitó con un recital de Leo García, el DJ Juan Caravagio y las bandas King Coya, Fauna, y El Remolón.
En el Museo del Títere -Estados Unidos 802- La Noche de los museos invitó a los más pequeños a construir personajes, o vivir la magia del Desfile de Barriletes Iluminados en el Museo de Bellas Artes de la Boca, sobre avenida Pedro de Mendoza 1843.
En el Museo Histórico Nacional -Defensa 1600- «la gran atracción fue el sable corvo de San Martín, así como un San Martín interactivo con el que el público pudo charlar», informó Yoel Bellota, del área de prensa, quien destacó la presencia de público joven, niños y familias» al tiempo que dijo que hubo «mayor circulación de gente que el año pasado cuando hubo 6 mil visitantes» y estimó que este año llegarán a los10 mil. En el lugar, la gente se sacaba fotos, y en el parque, abierto especialmente para la ocasión, había un concierto de música folklórica.
En el Museo de Arte Moderno, su directora, Victoria Noorthoorn, manifestó una «gran alegría por la gran cantidad de gente, más que en otras ediciones» y dijo que le llamó la atención «ver tanta gente interesada por la cultura y el arte y no tanto por el paseo en si».
En este museo, ubicado en avenida San Juan 350, los visitantes se encontraron con un ciclo de cine experimental, músicos que tocaban instrumentos construidos por León Ferrari; un muestra de Marina de Caro, denominada «Contra la gravedad» y los más pequeños, con el Espacio Caleidoscopio.
En el Museo de Arte Contemporáneo, la directora de Educación, Pía Landro, destacó la presencia de «mucha gente joven y familias, que disfrutaron de la muestra Obsesión Geométrica, que reúne trabajos de 1965 a la fecha, y la particularidad que tiene es que se trata de una sola muestra conectada temáticamente, que atraviesa los cuatro pisos.
Por primera vez, una plataforma de actividades permitió recorrer el Casco Histórico de Lugano, conocer a los artistas ligados a las tradiciones populares de sus calles o saborear las tradiciones españolas-argentinas. Además, esta edición coincidió con los 125 años del nacimiento de Carlos Gardel, y fue posible recorrer el Museo Casa Carlos Gardel, en Jean Jaures 735 en el barrio del Abasto.