El líder del Frente Renovador y ex candidato a presidente por UNA, Sergio Massa, que este domingo se quedó afuera de la segunda vuelta, dio algunos indicios que inclinan la balanza hacia la derecha, al insinuar su preferencia por el «cambio».
Traicionando sus raíces peronistas, Massa, parece preferir a Mauricio Macri a la hora de elegir entre los dos candidatos que el domingo 22 de noviembre pujarán el tiempo complementario de un partido que inició el 9 de agosto y que hasta el momento tiene a Scioli como triunfador de los dos primeros tiempos.
En una entrevista radial el tigrense reveló que «este domingo la gente eligió un cambio», todo un símbolo si se tiene en cuenta que este es justamente el lema de campaña de Mauricio Macri.
No obstante, según se desprende de sus palabras, es posible que no haga explícita esta posición y que su elección sea el producto de un documento que emitirá su alianza con el gobernador saliente de la provincia de Córdoba, José Manuel De La Sota, donde plasmarán una serie de puntos que pretenden que los candidatos que competirán por el sillón de Rivadavia adopten como políticas de Estado.
Consciente de su caudal electoral, algo más de cinco millones de votos, el ex candidato está dispuesto a hacerlos valer y ponerlos a disposición de quien adopte una postura genuflexa a sus condicionamientos. Además, en una demostración de absoluta soberbia, Massa dejó que su interlocutor lo proclamara como «el próximo líder del peronismo» en caso que el jefe político de la derecha argentina consiga su objetivo y se imponga en la última vuelta presidencial.
Es importante destacar que buena parte de la composición del voto massista es de tinte peronista -aunque entre ellos hay un extracto antikirchnerista- y habrá que ver si acompaña la decisión que surja del congreso que hará UNA en la provincia de Cordoba este jueves.
Alguno de los puntos que se adelantaron formaran parte de esta suerte de carta de compromiso seran: que se sostengan las paritarias libres, que se le otorgue a los jubilados el 82% móvil (que les recortó la hoy dirigente del PRO, Patricia Bullrich; también se pedirá que se elimine el impuesto a las ganancias -algo que Macri ya adelantó durante su campaña- y que se revean legislaciones vigentes como el presupuesto Nacional en relación a la renegociación de las deudas que tienen las provincias con el Estado Nacional.
Todo indica que Massa estaría más cerca de optar por la posición que expresa el líder de la derecha, Mauricio Macri, aunque dejo abierta la puerta a un posible arreglo con Daniel Scioli, al afirmar que este todavía tiene posibilidades de salir airoso el 22 de noviembre «si deja de ser el empleado de Cristina», según sostuvo Massa y remató con un contundente «decir que va a ser más Scioli que nunca, no alcanza».