El candidato presidencial del oficialismo, Daniel Scioli comenzó a develar los nombres de los integrantes del gabinete que designará en caso de llegar a la Casa Rosada. Además, otros tantos nombres circulan –difundidos desde su entorno- para el resto de los ministerios. En definitiva, lo que se percibe es una apuesta por un elenco de alto volumen político, con varios gobernadores, ex gobernadores e, incluso, ex precandidatos recientes, lo que –de concretarse- mostrará un cambio de estilo respecto al esquema ultra centralizado que caracterizó al kirchnerismo.
La reserva, el uso restringido de la información, fue una herramienta que manejaron Néstor y Cristina Kirchner durante los años de su mandato como ejercicio de poder. Son repetidas las anécdotas sobre ministros que se enteraron apenas unos minutos antes de algún anuncio que harían desde la Rosada sobre temas importantes correspondientes a su gestión. Esa modalidad les permitió a ambos presidentes conservar el manejo de la agenda y una centralidad excluyente en el escenario político. Todo giraba alrededor de lo que ellos pudieran hacer o anunciar.
El sciolismo, desde el vamos, parece transitar otros caminos. Primero, por la naturalidad con la que se empiezan a conocer los protagonistas del futuro gobierno. Y, yendo más a lo político, por las características de esos nombramientos. Alberto Pérez como jefe de Gabinete y Alejandro Collia como ministro de Salud no son novedosos porque vienen desde la provincia. En cambio, Diego Bossio a cargo del área de Infraestructura aporta el primer nombre de un dirigente que en algún momento fue favorito para la gobernación en La Plata.
La fórmula que perdió en las PASO, Julián Domínguez–Fernando Espinoza, también tendría su lugar asegurado. Domínguez probablemente en Industria, Espinoza en Municipios. El entrerriano Sergio Urribarri, quien supo ser aspirante a la presidencia y muy crítico con Scioli, ocuparía Interior. No se sabe si incluirá, como ahora, Transporte. Primero habían decidido que sí, pero por estos días prevalece la idea de no tocar la ley de Ministerios para evitar una temprana pelea en el Congreso. Finalmente, se mantendría el número: se crearán un par de ministerios mientras que otros tantos bajarán a secretarías.
El misionero Maurice Closs fue anunciado para Turismo y Deportes. El neuquino Jorge Sapag suena para Energía, Gabriel Mariotto para Cultura y Daniel Filmus en Ciencia y Tecnología. En algún momento a Filmus lo sondearon para Educación y contestó que no deseaba volver al cargo que ya ocupó tanto a nivel porteño como nacional, que prefería algo sobre la cuestión ambiental, pero terminaría en Ciencia. Para Educación, Scioli se decidió por el rector de la UBA, Alberto Barbieri, tal vez el nombramiento más controvertido hasta ahora. Barbieri no es bien visto ni por sectores académicos ni por políticos, que recuerdan la crisis que sufrió hace poco la UBA con varias renuncias consecutivas empezando por el segundo de Barbieri, el ex SIDE Darío Richarte.
Las incógnitas se centran en dos ministerios clave: Economía y Relaciones Exteriores. Para el primero, según se dice, no irían ni Silvia Batakis, ni Miguel Bein, ni Mario Blejer, que ocuparían otros cargos. Para la Cancillería quienes suenan son el salteño Juan Manuel Urtubey y el mendocino Francisco «Paco» Pérez. Urtubey prometió en campaña que no dejaría la gobernación de Salta –en aquel momento se lo mencionaba como posible compañero de fórmula de Scioli- y en los últimos días emprendió algunos duelos verbales con funcionarios kirchneristas por su posición favorable a acordar con los fondos buitres. Las dos cosas le juegan en contra. En cambio, Pérez deja la gobernación y se postula como candidato local al Parlasur.
Como sea, de movida se trata de un gabinete con tres ex gobernadores, un ex vicegobernador y tres ex precandidatos en la provincia de Buenos Aires. Todos nombres con peso político y juego propio, un dato que no fue lo habitual durante los doce años de kirchnerismo. Un nuevo estilo, resta esperar para saber cómo resulta.
Me parece excelente que los candidatos digan antes de las elecciones quienes van a ser sus ministros, para otros medios la vara como siempre no se mide igual, mientras que a algun candidato siguen protengiendo y no diciendo nada, a Sciioli le ponen de titulo «En campaña sigue prometiendo ministerios» con dos agravantes: como si fuera un promesa ( que tal vez no cumpla) y que lo hace para la campaña….. buena nota