Las ofertas alcanzaron los u$s 812,71 millones, sólo un 21% más que el monto que había previsto captar inicialmente y la mitad de los u$s 1.500 millones que tenía el Ministerio de Economía como objetivo de máxima. La novedad estuvo en la gran cantidad de inversores que buscaron suscribirlo, lo cual indica que en la demanda hubo participación de minoristas: unas 1.100 de órdenes, con un promedio de 730 mil dólares cada una.
El bono, que tiene un cupón del 8% anual y se rige por ley argentina, fue lanzado un día después de que el país cancelara deuda por u$s 5.900 millones con reservas del Banco Central. Será amortizado integramente al vencimiento, el 8 de octubre de 2020.
«La cantidad de órdenes requirió un mayor tiempo de procesamiento por parte de las entidades, por lo que se decidió extender el horario habitual de cierre de la licitación, desde las 15 hasta las 17.30. En virtud de dicho volumen de ofertas recibidas, que demuestra una alta adhesión de inversores minoristas a esta alternativa de reinversión, se amplió la licitación», explicó el Ministerio de Economía en un comunicado.
La colocación del Bonar 2020 fue un esfuerzo oficial por recuperar en forma parcial las reservas perdidas el lunes en el Banco Central por el pago de los u$s 5.900 millones del Boden 2015. Con todo, se presume que buena parte de lo captado ayer ya estaba contabilizado como reservas por estar depositado dentro del sistema financiero local. También en el mercado consideraron ayer que es muy probable que haya habido poca demanda del exterior por el temor a un eventual embargo de los holdouts sobre el título, una amenaza que ya sufre un bono similar, como el bonar 2024.
El lunes, las reservas cayeron u$s 4.700 millones, al pasar de los u$s 32.454 millones a los u$s 27.713 millones por el desembolso que debió hacer el Gobierno para saldar la amortización completa y el último pago de interés (del 3,5%) del Boden 2015 que emitió el expresidente Néstor Kirchner en 2005. Ayer, el Central informó al cierre del día un stock de u$s 27.715 millones.
El nuevo Bonar 2020 se emitió bajo legislación argentina para ponerlo fuera del alcance de los fondos buitre y de un probable embargo del juez norteamericano Thomas Griesa, de modo que no se considere deuda externa y otorgue un incentivo adicional al interés de los inversores. Sin embargo, la baja de demanda reflejó que aún así el temor puede haber prevalecido. El Bonar 2024, un bono similar al que se lanzó ayer, fue el único título en dólares que emitió el Gobierno este año, en abril, pagó una tasa apenas superior al 8,75% y recaudó u$s 1.486 millones que buscan ser embargados por los fondos buitre, por ahora sin éxito. El endeudamiento acumulado en dólares durante este año alcanza ya los u$s 2.150 millones, sin contar otras emisiones que -según fuentes del mercado- habría hecho también el Gobierno mediante operaciones con la ANSES (por entre u$s 200 millones y u$s 600 millones).