A 7 días del vencimiento del Boden 2015, el Gobierno contempla pagar el 100% en dólares. La posibilidades de concretar un canje en tan poco tiempo y en la situación actual de los mercados son prácticamente nulas. Fuentes del Ministerio de Economía a señalaron al diario Ámbito Financiero que «es difícil concretar el canje por cómo están los mercados internacionales». Al día siguiente del pago de los u$s 6.300 millones de Boden (hoy, Daniel Scioli seguirá el mismo camino por la amortización final del «BP15», el título bonaerense emitido hace 5 años por u$s 1.050 millones. De ese total, la provincia ya logró canjear u$s 375 millones a 2021, se alzó con u$s 500 millones con nuevo bono que están en el BCRA listos para ser girados. Los u$s 175 millones restantes se los comprarán al BCRA para completar pago a ahorristas.
Los desembolsos se dan en el marco de las medidas oficiales para calmar al tipo de cambio en sus diferentes vertientes. En la «batalla de los futuros» ocurre lo mismo. Allí la intervención del BCRA es más disimulada ya que no le implica sacrificio diario en el nivel de reservas. Pero el jueves por ejemplo, saltaron sorpresivamente los precios del dólar oficial para fin de marzo a $ 11,10 en el Rofex. Sucedió que el BCRA había llegado a su límite para ventas en esa plaza. El viernes, se le amplió el cupo a la entidad que comanda Alejandro Vanoli, y el dólar para marzo cerró a $ 10,75 con una tasa implícita de casi el 30% anual.
En el Gobierno estiman que los pagos del Boden 2015 servirán para descomprimir el mercado paralelo del dólar. Gran parte de los tenedores de esos papeles se verán tentados de descargar aprovechando, es más, la compra de Boden hoy con pesos implica hacerse de dólares a una semana a un tipo de cambio implícito de $ 13,61. Es una suerte de «puré, menos calorías, pero aún con 18% de brecha respecto de la cotización del «blue».
Para después del 10 de diciembre, respecto del dólar, ya se avizoran algunos movimientos. Se descuenta que en caso de triunfar Daniel Scioli, se avanzará con un proyecto para «Repatriación de Capitales», o el tradicional blanqueo. La intención es la de modificar el régimen actualmente vigente, dando mejores incentivos para que los montos superen los u$s 5.000 millones. Ya hubo algunos tanteos en ese sentido. Coincide ello con una tendencia a nivel internacional a blanquear fondos ante los mayores controles e intercambios de datos impositivos existentes. Lo mismo podría hacer Mauricio Macri. En lo que también hay coincidencia entre los candidatos es en la necesidad de un entendimiento con los acreedores. En el sciolismo por ejemplo, se barajaría hasta la posibilidad de quien sea designado canciller, siempre que ganen las elecciones, tenga un perfil económico para la búsqueda del fin al default de 2001. El margen de acción es reducido: hay fondos precalentando para acelerar la deuda impaga (la surgida en los canjes de 2005 y 2010). Y el juez Griesa en paralelo, definiendo trabar o no, el Bonar 24.