La cuenta regresiva se acelera. Faltan sólo cuatro semanas para que se realice la primera vuelta de la elección presidencial. Los números de las últimas encuestas indican que la posibilidad de un triunfo en primera vuelta del candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, se ha fortalecido.
Sin embargo, este dato no tiene todavía la consistencia suficiente como para descartar la posibilidad del balotaje. Con las cifras de las últimas encuestas, la definición sobre si habrá o no una nueva instancia de votación en noviembre para elegir al presidente pende de un hilo, un soplo de viento fuerte puede mover el tablero en cualquiera de los sentidos.
Según las últimas mediciones de las consultoras Hugo Haime; Ricardo Rouvier y Aresco, presidida por Julio Aurelio -las diferencias entre las tres son leves- todas coinciden en que Scioli estaría ganando el 25 de octubre cumpliendo al filo con las exigencias de la Ley Electoral. La norma -se sabe-establece que para evitar el balotaje alguno de los candidatos debe superar el 40% de los votos y, si queda por debajo del 45, tiene que sacarle más de diez puntos de ventaja al segundo. Esta justamente es la situación actual.
Según la última muestra de Haime, sin proyectar indecisos, el candidato del FPV cuenta con 40,5% de intención de voto y, en segundo puesto, está Mauricio Macri (Cambiemos) con 30,2 . Más atrás aparece Sergio Massa (UNA) con 15,7%, seguido por Margarita Stolbizer (Progresistas) y Adolfo Rodríguez Saá (USI), que rondan los 3,5. En último lugar se ubica Nicolás del Caño (FIT) con 2,3. Las cifras de Rouvier son similares. Scioli mide 41,2 y Macri 31,1. Una diferencia respecto de Haime es la situación de Massa. Para Rouvier, el tigrense mejoró y se ubica arañando los 20 puntos. Lo mismo sucede en la medición de Aresco, que tiene al gobernador bonaerense en 41,4, al jefe de Gobierno porteño debajo de 30, con 28,5, y al líder del Frente Renovador con 21. Los tres restantes tienen cifras similares a las mencionadas.
Final abierto
«Aunque matemáticamente Scioli estaría ganando en primera vuelta, la cifra es tan ajustada que no es posible vaticinar un resultado. En nuestros números le lleva 10,5 de ventaja a Macri. Con eso gana, pero está muy en el borde», remarcó Haime a este diario, describiendo lo inestable de la situación.
Fue similar la visión de Juan Manuel Aurelio, de Aresco. «Mientras la fórmula del FPV no supere con mayor comodidad los 40 puntos es difícil descartar la posibilidad de una segunda vuelta.»
Y Rouvier se sumó a esta lectura: «Las dos hipótesis siguen vigentes, por ahora.» El consultor, sin embargo, remarcó que, en sus cifras, Macri tuvo un descenso de intención de voto, leve, y pasó de 33,1 en agosto a 31,1 en septiembre. Este caudal, que habría migrado a engrosar el caudal de Massa, «fortaleció la chance de que todo se resuelva el 25 de octubre».
También hubo un descenso de Macri, de unos dos puntos, en las mediciones de Aurelio. El analista señaló que el principal motivo de la caída fue el «Niembrogate», la investigación publicada por Tiempo que desnudó los contratos irregulares de Fernando Niembro, ex candidato a diputado nacional por el macrismo, con el gobierno porteño. «El PRO intenta mostrarse como un partido nuevo, que supuestamente no tiene ninguno de los vicios de las fuerzas tradicionales. La denuncia sobre Niembro golpeó esa contrucción», explicó Aurelio.
Sin polarización a la vista
La mayoría de los analistas y dirigentes políticos partían de la base de que luego de las PASO se produciría un escenario de polarización. En rigor, lo que se esperaba era que hubiese una mayor concentración del voto opositor detrás del candidato de ese espectro que quedara mejor posicionado. Hasta tal punto esto era así, que varios operadores políticos de Macri sostenían que no tenía sentido acordar con Massa, porque luego de las Primarias, cuando ellos quedaran segundos, los votantes opositores del tigrense se volcarían rápidamente al alcalde. Por ahora, nada de esto sucedió. El tigrense sigue preservando su caudal, compuesto por una vertiente netamente opositora y otra peronista no kirchnerista.
«Cambiemos (la coalición que contiene a la UCR y al PRO) tampoco generó una gran expectativa a pesar de haber quedado segunda», sostuvo Aurelio para explicar la falta de polarización. Y concluyó: «El macrismo trastabilló mucho en la campaña. Y dentro de la oposición, es más clara y mejor la táctica de Massa que la de Macri.»
Haime, por su parte, sostuvo que la debilidad del alcalde capitalino es que «le cuesta mucho ingresar en los sectores populares». «Más allá de todas las cosas que diga, no le creen. Piensan que va a gobernar para los ricos», subrayó. Respecto del tigrense sostuvo que «aunque tiene un discurso que podría hacerlo crecer, su construcción política se deshizo y todavía hay gente que lo ve muy joven para gobernar».
El candidato del FPV, según estas encuestas, creció un par de puntos respecto de lo logrado en las PASO, pero todavía no lo suficiente como para asegurar el triunfo el 25 de octubre. Cabe aclarar que, cuando un se rondan los 40 puntos, el margen para aumentar es menor que quien viene de más atrás, el techo está más cerca. De todos modos, según Rouvier, «en esta elección hay propuestas opositoras más sólidas que en las presidenciales anteriores y el kirchnerismo lleva 12 años en el poder. Para la historia argentina eso es mucho tiempo».
La visión de Aurelio es que la presencia del ex intendente de Tigre en la escena explica que Scioli no crezca más. «Massa es un candidato de origen peronista, pero además fue parte de este gobierno. Aunque entre sus votantes haya una mayoría de opositores, también hay muchos que miran con cierto cariño al kirchnerismo y que seguramente optarían por el FPV si el Frente Renovador no estuviese.»
Un dato relevante en el que coincidieron los tres consultores es que la mayoría de los votantes piensa que el gobernador bonaerense será el ganador. «Más del 60% cree eso», dijo Haime. Esto tiene cierto impacto por el efecto que los politólogos nortemericanos bautizaron con el nombre de «Caballo Ganador», una porción de gente que vota por quien parece que ganará. Nunca se trata de un porcentaje muy alto, pero en el escenario puede marcar la diferencia.
De la calle a los medios
El tramo final de la campaña se acelera. A partir del miércoles comenzarán a emitirse por los medios audiovisuales las propagandas de los candidatos a presidente en todo el país, algunas de las cuales ya se viralizaron a través de las redes sociales.
De acuerdo con el cronograma de actividades electorales, el plazo de publicidad en Servicios de Comunicación Audiovisual se extenderá desde el miércoles hasta el 23 de octubre.
El 25 de octubre, cuarto domingo de ese mes, más de 32 millones de argentinos podrán votar a su nuevo presidente (hay seis candidatos oficializados tras las PASO), 24 senadores y 130 diputados nacionales y 43 legisladores del Parlamento del Mercosur, mientras que en once provincias habrá elecciones de gobernador.
