Que el Papa y Cristina tienen una relación estrecha, no reviste ninguna novedad. Se encontraron varias veces en los últimos dos años, al punto tal de despertar la ira de los sectores opositores al gobierno.
El último encuentro en La Habana, en el marco de la gira de Francisco por Cuba y los Estados Unidos, habría sido el lugar elegido para que el sumo Pontífice le hiciera saber a la presidenta el plan que tiene pensado para hacer llegar su mensaje a las máximas autoridades y dirigentes políticos del mundo. Según se comenta, Cristina es parte de ese plan.
Francisco trascendió al hombre, el papado de quien antes fuera el Arzobispo Jorge Bergoglio ya alcanzó niveles de popularidad impensados para el ex cardenal. Su mensaje, que desde Roma llega hasta los puntos más recónditos del planeta lo pusieron en la carrera para el premio Nobel de la Paz, cuyo ganador se conocerá en dos semanas y Cristina es, sin dudas, la jefa de Estado que mejor representa los postulados papales.
En la región, ha sido invitada a cada visita del Papa para acompañar a los presidentes durante las misas que oficia. Sucedió en Paraguay y se repitió esta semana en Cuba.
En ese marco, en los pasillos de la cancillería argentina aseguran que nunca estuvo en la cabeza de Cristina Kirchner reunirse con Francisco en La Habana. «No correspondía, ella viajó como invitada a Cuba. Incluso, fue la misma Presidenta quien planteó que sólo se mostraría con el Papa con un saludo después de la misa».
Cristina no estuvo presente durante la exposición del Papa en Naciones Unidas, dicen que fue decisión de la mandataria para evitar especulaciones de los medios locales. Pero el mensaje de la presidenta si se hizona sentir. Las referencias vertidas por el sumo pontífice sobre la usura internacional y el pedido a los capitales concentrados del mundo para que permitan crecer a los países en vías de desarrollo, está en línea con el reclamo permanente de Cristina en cada uno de los foros internacionales donde participa, incluida la Asamblea General de Naciones Unidas donde semanas atrás se aprobaron nueve principios para la reestructuración de las deudas soberanas de los Estados, en una clara referencia a presión que ejercen los Fondos Buitre.
Durante el mes de noviembre, poco antes de finalizar su mandato, la presidenta viajará a Turquía a participar en la Cumbre del G20, en esa oportunidad hará una breve escala en Roma para mantener una reunión con Francisco, el encuentro se realizará con todas las formalidades de los eventos en el Vaticano. Será el octavo encuentro en apenas dos años, seis de ellos formales.
Según reveló el periodista Roberto Navarro, dirigentes con buenos contactos en la Iglesia Católica aseguran que el Papa piensa en algunos ex presidentes para cumplir misiones diplomáticas en el mundo, Cristina, Lula y «Pepe» Mujica, son los tres que tiene el Papa en su cabeza.
En esa misma línea, el embajador argentino ante el Estado del Vaticano, Eduardo Valdez dejó trascender que el sumo pontífice está pensando en la presidenta como la futura secretaria General de Naciones Unidas, una vez vencido el mandato de Ban Ki Moon. En ese sentido, no sorprendió que ayer la presidenta exhorte a “derrumbar tabúes y prejuicios” para terminar con la discriminación hacia las mujeres durante su discurso pronunciado ante altos mandatarios en la reunión sobre igualdad de género realizada en el marco de la 70º Asamblea General del organismo con sede en Nueva York donde instó a esta organización a que elija a una mujer para suceder Ban Ki Moon.