Con carteles con la frase «la Policía Metropolitana mató a Nehuén», sus compañeros del Normal 3, de Bolívar al 1200, en San Telmo, donde el joven había terminado el secundario días antes de su muerte, se sumaron a la protesta y al pedido de justicia cortando parcialmente la Avenida San Juan.
«Pasaron nueve meses del crimen de mi hijo, que murió porque el patrullero pasó a velocidad no permitida sin luces y sin sirena. Y en vez de justicia nos encontramos con pruebas falsas presentadas por la Metropolitana en el juicio, que además desestima los testimonios de los vecinos», dijo a Télam Roxana Cainzo, madre de Nehuén.
La protesta, que comenzó poco después de las 14, despertó la curiosidad de vecinos de la zona que se fueron acercando al grupo -en su mayoría adolescentes- para saber que le había ocurrido al joven.
«A Nehuén no lo vamos a olvidar y no vamos a permitir que dejen sin juzgar a los responsables de su muerte», dijo a Télam Juan Valenzuela, un joven que compartió tardes de fútbol con él y ese día -recordó- «estaba yendo al club porque Huracán había ganado».
Participó de la protesta el diputado porteño José Cruz Campagnoli, quien junto a los legisladores Gustavo Vera, Pablo Berger, Virginia Gonzalez Gass, Marcelo Ramal, y Alejandro Bodart, entre otros, impulsó un pedido de informes para que el Ejecutivo macrista detalle la situación de los agentes de la Metropolitana que ese día conducían el patrullero que mató a Nehuén, quienes aún siguen en funciones.
«Hace tres meses esperamos por el pedido de informes acerca de la situación de revista de Daniel Castagnasso y José Soria Barba, los dos efectivos de la Metropolitana responsables de la muerte de Nehuén. Queremos frenar la maniobras, y lograr un juicio justo y sin encubrimientos», sostuvo Campagnoli.
El pedido de informe «no se trató por el PRO porque ese informe podría dejar al descubierto que los efectivos de la Policía Metropolitana fueron los responsables de la muerte del joven», completó el legislador.
En la causa que sustancia el Juzgado en lo Criminal de Instrucción N 4, el juez Fernando Caunedo declaró hasta el momento la falta de mérito y desestimó la declaración del único testigo ocular del hecho así como los testimonios de otros dos vecinos cuyo registro fue
auditivo.
«El hombre que vio el hecho vio al patrullero sin luces, sin alarma y también vio cuando cruzó en rojo la esquina de Ramón Carrillo y Brandsen. Sus dichos fueron desacreditados insistentemente, aduciendo el tema de la edad, porque es un hombre mayor y le mostraron una foto falsa de un patrullero circulando con luces reglamentarias», contó la madre del joven fallecido.
Para colmo, los vecinos que «registraron auditivamente el hecho coincidieron con el testigo ocular ya que ellos aseguraron que tampoco escucharon la sirena del patrullero. Sólo después del impacto identificaron el singular ruido que hace esa señal cuando se enciende, lo que significa que el móvil efectivamente circulaba veloz y sin sirena conectada y que la encendieron inmediatamente después del choque», precisó la madre de Nehuén.
Tampoco fue llamado a declarar el chofer de la Línea 45 de colectivos que había dicho que manejaba a 40 kilómetros por hora mientras el video de la calle mostraba una diferencia notable de velocidad entre el colectivo y el patrullero que lo pasó, lo que según la madre, desmiente al policía que dijo conducir a 43 kilómetros por hora.
Sus familiares sostienen que Nehuén murió tras ser arrastrado 23 metros, lo que no habría sido posible si el patrullero hubiese estado circulando a 43 kilómetros por hora, como aseguraron desde la Policía Metropolitana.