El jefe de Gabinete se refirio así a la la denuncia hecha por la candidata de Progresistas sobre el pago de un almuerzo en el Hotel El Calafate, en Santa Cruz, efectuado por el Ministerio de Industria.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy que la denuncia por el pago de un almuerzo en el Hotel El Calafate, en la provincia de Santa Cruz, efectuado por el Ministerio de Industria es «un caso de vergüenza ajena denunciado por una candidata presidencial impresentable», en alusión a Margarita Stolbizer del frente Progresistas.
«Es preocupante que se piense agraviar como objetivo de fondo», aseguró el candidato a gobernador bonaerense por el FpV sobre la nota de tapa del diario Clarín de hoy que bajo el título «Denuncian contratos de un ministerio con un hotel de Cristina» publica una denuncia de la candidata por la alianza Progresistas.
«La Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) eligió como anfitriona de un encuentro la Argentina y decidió hacerlo en El Calafate. El único gasto por cuenta de la Argentina es el almuerzo y lo que retira el Ministerio de Industria termina siendo menos de 30.000 pesos», explicó Fernández.
Agregó que por una denuncia presentada por Stolbizer en 2012 «se llega a la Oficina Anticorrupción que hace un pedido formal que se responde con documentación» y señaló: «No tiene más sentido, no hay objeto de corrupción y el objeto no es remediar sino agraviar».
Consultado por C5N por otro expediente de la causa Hotesur sobre el alquiler de habitaciones contratadas por el empresario Lázaro Báez en el hotel Alto Calafate, el jefe de ministros señaló que «si se contrata un hotel y no se sabe nada de hotelería lo más lógico es que un tercero que conozca nos alquile ese hotel y nos pague una cantidad determinada, que es lo que pasa con esa empresa (Idea SA)».
«La desesperación de Stolbizer y de otros candidatos es el agravio; odian tanto todo el día que su preocupación está puesta al servicio del odio y recurren a las denuncias que no terminan en nada.», lamentó Fernández y remató: «Es preocupante para un país cuando no se habla de las cosas verdaderamente importantes que están en juego, como lo que sucedió en Naciones Unidas».