Los desaciertos de un gobierno que todavía no encuentra la calidad institucional que requiere la gestión siguen vigentes luego de casi un año en el poder. En este caso, las expresiones de funcionarios y dirigentes del oficialismo dejaron mal parada a la Argentina ante las elecciones estadounidenses, que mantuvo al mundo en vilo hasta esta madrugada cuando se anunció el triunfo del magnate, Donald Trump.
La protagonista de uno de los mayores papelones del gobierno fue la canciller Susana Malcorra, quien en estos días se manifestó públicamente a favor de la candidata perdedora, la Demócrata Hilary Clinton y lanzó una advertencia si Trump se imponía en los comicios.
Malcorra había manifestado que la Argentina se sentiría «más cómoda» si Clinton ganaba las elecciones de Estados Unidos y vencía al republicano Donald Trump.
Al ser consultada sobre los comicios norteamericanos, la ministra de Relaciones Exteriores consideró «alta» la posibilidad de que Clinton se lleve el triunfo, aunque advirtió sobre el «voto vergüenza» que no aparece en las encuestas, por lo que dijo que prefería seguir «siendo cautelosa» sobre los resultados.
«Las elecciones de Estados Unidos condicionan al mundo y lo que pase allí nos afecta a todos», destacó la funcionaria nacional durante una conferencia de prensa en la Universidad Torcuato Di Tella, donde brindó una charla.
En tanto, en declaraciones este lunes por la noche al canal de noticias TN, la canciller advirtió que si gana Trump puede haber «un viraje» que ponga a la Argentina y a Estados Unidos «en posiciones de visión estratégica casi opuestas».
«Nosotros hemos abierto una etapa nueva con Estados Unidos, que podría tener un gran parate. Dependiendo de los resultados, podría haber grandes cambios», advirtió Malcorra.
Señaló que «el giro que pueda tomar el Ejecutivo en Estados Unidos afecta al mundo porque es un poder central, y si hubiera una decisión por parte del electorado del pueblo americano de votar hacia un modelo más cerrado, más xenofóbico, eso va a tener un impacto».
Felicitaciones @HillaryClinton por la gran elección. Una pena no ver una mujer tan capaz elegida para esa importante responsabilidad.
— Susana Malcorra (@SusanaMalcorra) 9 de noviembre de 2016
Además, sostuvo que «Estados Unidos es un jugador con el que» el país privilegia «la relación» y advirtió: «Que haya un viraje tal que nos ponga en posiciones de visión estratégica casi opuestas, es una cosa complicada».
Ahora, luego del triunfo de Trump, la canciller debió rectificarse y eligió la red social Twitter para salir de la encerrona en la que se metió:
El pueblo norteamericano ha hablado en las urnas. @realDonaldTrump ha triunfado. Felicitaciones por la democracia y sus instituciones!
— Susana Malcorra (@SusanaMalcorra) 9 de noviembre de 2016
Sin embargo, en el marco institucional, el primer premio se lo llevó el presidente Mauricio Macri, quien el pasado mes de septimebre durante la apertura de la Clinton Global Initiative (CGI) de la Fundación Clinton, moderada por el ex presidente estadounidense Bill Clinton, Macri lo invitó a la Cumbre del G20 de 2018, que se celebrará en Buenos Aires. Lo que dijo, al menos según los medios locales, quedará como el mayor papelón ante el nuevo gobierno norteamericano: «mi esposa Juliana Awada lo esperará en el G20 de Buenos Aires como primer caballero».
El radicalismo tampoco se quedó atrás, el jefe de la bancada en Diputados, el oficialista Mario Negri, advirtió que si el candidato republicano Donald Trump gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos, «estaríamos ante una crisis global del sistema», por lo que consideró que el electorado estadounidense «no es indiferente» a esta votación.
«La de hoy -por ayer martes- es la elección más latinoamericana de la historia porque Trump puso en debate Latinoamérica, dentro del desastre que eso significa, se nos eriza la piel», dijo el legislador cordobés, quien marcó así su preferencia por la demócrata Hillary Clinton.
En declaraciones a radio Cadena 3, Negri describió la situación política de Estados Unidos con la posibilidad de que «en Argentina algún candidato saliera a decir que empezamos a levantar muros, a pedir que se eche a los inmigrantes que vinieron a trabajar, a imaginar cómo nos aislamos. Todo eso multiplicado por 1.200 veces, que es lo que equivale Estados Unidos en relación a la Argentina».