Con el diseño de un paquete de medidas que buscará imponerle a un futuro gobierno de Juntos por el Cambio, el expresidente Mauricio Macri dio un nuevo paso en su objetivo de convertirse en el jefe de la oposición, a pesar de haber renunciado a sus aspiraciones de retornar al poder institucional de la Casa Rosada. Al menos, hace casi un año y medio se adelantó al debate de candidatos y le encargó a un grupo de gestores, vinculados al sistema sanitario, un plan de ajuste en el PAMI, debido a que lo considera “inviable” en las condiciones actuales. El problema que avizoran en JxC es una necesidad de achicar beneficios universales ante el cierre inminente de una canilla de ingresos que desfinanciaría a la obra social de los jubilados.
La iniciativa también incluye lineamientos para reformar la obra social de los trabajadores estatales bonaerenses IOMA, que le servirían al sucesor de Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires, si el éxito de la alianza opositora logra imponerse también en ese territorio. Ese trabajo está a punto de ver la luz, cuando en los próximos días sea presentado y aprobado por el consenso de los especialistas que representan a cada uno de los espacios que integran el frente opositor. De consolidarse, la receta estará hecha prét-à-porter para Patricia Bullrich o para Horacio Rodríguez Larreta, en Nación; como también para Néstor Grindettio Diego Santilli en PBA.
Así lo reveló el extitular del PAMI durante la gestión Cambiemos, Sergio Cassinotti, al confesar que fue “convocado por Macri a principios del 2022”, con el objetivo de arman una propuesta para rediseñar el plan sanitario, pero con el foco puesto sobre la administración de la obra social de los jubilados. Fuentes del entorno del líder del PRO señalaron que Cassinotti está considerado por Macri como “un hombre serio”. De hecho, su trabajo se enmarcó en el equipo de la Fundación Pensar, el think tank ultramacrista. “El PAMI es inviable”, sentenció el licenciado en Relaciones Públicas y magister en Sistemas de Salud y Seguridad Social, durante una cena en un restaurante porteño, de la que participó este diario, junto a otros periodistas, y que fue organizada por la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre (CAPEMVeL).
Alerta por el desfinanciamiento que generará la caída del impuesto PAÍS
Cassinotti aclaró, sin embargo, que el objetivo “no es cerrar, ni privatizar el PAMI”, aunque admitió que la entrega de medicamentos 100% bonificados y el aumento de la cápita, ante el acceso de nuevos jubilados sin aportes registrados, a través de la nueva moratoria previsional, provocó que el sostenimiento financiero de la obra sociales de los jubilados esté en peligro. Desde la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, el salto de la gratuidad de medicamentos escaló fuertemente, señaló. La preocupación es por su sostenimiento, debido a que el exfuncionario alertó por el agujero que generará en las cuentas del instituto el fin del decreto que establece el impuesto PAÍS, que hoy destina un 70% de su recaudación a financiar programas a cargo de Anses y PAMI. Para este último, significa un 8% del presupuesto anual. “Si hay un orden cambiario, dejará de existir ese impuesto”, destacó.
El plan que tiene en mente Cassinotti buscará que las obras sociales y las empresas de medicina prepagas “mantengan las prestaciones a los jubilados, de modo de evitar nuevos ingresos al PAMI y diversificar la atención”. Este esquema está activo en la actualidad, pero aplicarán “incentivos” para retener a la tercera edad dentro del sistema sanitario de gestión privada. También, está en mente realizar un rastrillaje para discriminar a los beneficiarios con necesidades básicas insatisfechas, de aquellos que tienen capacidad económica para pagar parte de sus medicamentos. La lupa está puesta en el “aumento significativo” de casos de discapacidad, que utilizan servicios de movilidad adicionales, costeados por la obra social. En JxC creen que hubo una política “abusiva” de la gratuidad, que deberá ser auditada.
Entre las reformas que están en carpeta se encuentra la posibilidad de ir hacia un sistema de prestaciones gratuitas básicas, lo que transformaría al PAMI en un instituto de atención de urgencias para los jubilados que tienen condiciones de pago de los servicios. De hecho, Cassinotti dejó claro que el primer punto a revertir es el 9% del presupuesto que se destina a turismo y actividades sociales que financia el organismo. Pero no todo el achique les apunta a los servicios, sino que, un fuerte avance en la digitalización y en la atención a distancia permitirá reducir la territorialidad de las oficinas que existen en todo el país. “Mientras que las prepagas achican sus filiales, el PAMI las multiplica”, se lamentó el exinterventor. Para gran parte del macrismo, las más de 600 agencias de atención y las 38 Unidades de Gestión Local (UGL) que existen en todo el país son, en la práctica, “una suerte de unidad básica del peronismo”. “Cuando asumí le dimos de baja a 1.300 empleados que estaban de más. Y, por falta de tiempo, no pude avanzar con otros 1.300. Este gobierno, apenas llegó, incorporó 2.000”, se quejó Cassinotti.
Macri siempre está: el plan de “reformas necesarias”
El exdirector ejecutivo del PAMI también apuntó en contra de IOMA, instituto que supo gobernar durante casi el primer año y medio de gestión de María Eugenia Vidal en Provincia de Buenos Aires. Anunció que propondrán una reforma que permita liberar a los aportantes cautivos que están obligados a tener la cobertura médica del Estado, por ser trabajadores estatales bonaerenses o de alguno de los 135 municipios provinciales. Sin embargo, no confirmó si el plan que le encargó Macri será rector de las políticas sanitarias que llevará como propuesta electoral en octubre el ganador de la interna Grindetti-Santilli.
El pedido del diseño realizado por Macri reveló dos situaciones: por un lado, la previsibilidad de gestión ante la posibilidad de recuperar el poder para el PRO, lo que justificó el encargue a los técnicos que tienen experiencia de gestión; y, por el otro, su ambición por controlar al próximo gobierno. En el medio de estas propuestas, las tensiones internas en JxC se intensificaron y en las últimas horas las críticas de Rodríguez Larreta a la gestión Cambiemos durante 2015-2019 profundizaron la grieta de proyectos. Hay, incluso, un tema que incomodará a la relación del actual jefe de gobierno porteño con la CGT: Macri quiere revisar la multiplicidad de obras sociales sindicales que conviven en la actualidad y puso en cuestionamiento a aquellas que tienen menos de 50.000 afiliados por el “costo excesivo que genera la burocracia para que funcionen”, según Cassinotti. El plan se analiza en la mesa de consenso sanitario, en donde participan los equipos técnicos de todos los sectores que integran el frente opositor.
El marco en donde se plantearon las “reformas necesarias” que deben implementarse en el PAMI fue un encuentro organizado por la Cámara de Medicamentos de Venta Libre, que intentará activar nuevos con candidatos de otros sectores. El director ejecutivo de CAPEMVeL, Juan Tonelli, supo ser pareja de la exvicepresidenta Gabriela Michetti. En la cena, junto a Cassinotti, estuvo también el contador público Víctor Hugo López Monti, actual director general del Sanatorio Güemes, exsubdirector ejecutivo del PAMI y exdirector general de Administración de IOMA y del hospital general de Agudos Cosme Argerich, éste último dependiente del sistema de salud pública porteña. Todos los participantes del cónclave trabajan en el sector privado y, si bien aclararon que son personas de consulta técnica y no volverían a la función pública, tienen en común sus vínculos con el sector partidario de Juntos por el Cambio, bajo la comandancia de Mauricio Macri, según la propia confesión. (Perfil)