El diputado nacional de Republicanos Ricardo López Murphy reveló que la precandidata presidencial del PRO Patricia Bullrich no descarta la idea de llevarlo como precandidato a vicepresidente. 

Me llamaron y las mediciones dan bárbaro”, se entusiasmó López Murphy, aunque reconoció sus debilidad a la hora de colaborar en el armado territorial.

Mi organización no tiene un curita en cada parroquia”, ejemplificó el ex ministro de Economía, en momentos en que Bullrich también baraja entre sus posibles compañeros de fórmula a dirigentes del radicalismo.

López Murphy señaló que mientras  tanto se mantiene como precandidato a jefe de gobierno porteño para suceder a Horacio Rodríguez Larreta, a cuya gestión criticó por “exceso de regulaciones y desapego a la legalidad”.

«Está siendo evaluado hace tiempo. Me llamaron para medirme. Me sorprendió. Di mi consentimiento y mi voluntad de hacerlo si se daba la circunstancia. Y las mediciones dan bárbaro. Ese no es el punto», resaltó el ex funcionario nacional en declaraciones radiales.

Al respecto, aclaró: «No está bajo mi control la fórmula presidencial. Si me fuera ofrecida la propuesta la aceptaría».

Además, evaluó que la ex ministra de Seguridad debe tener varios puntos a tener en cuenta antes de definirse por un compañero de fórmula.

«Esto es como una licitación. No es un tema unilateral. Es un poliedro de atributos. Yo cubro algunos y en otros tengo déficit. Y le pasa lo mismo a otros», explicó López Murphy al referirse a las chances que tiene de ocupar ese lugar. «Por supuesto que hay otras (alternativas)», afirmó López Murphy.

Y agregó: «Ella tiene que contemplar mis debilidades en el armado territorial. Yo no tengo una fuerza capaz de asegurar un control territorial de toda la República. Ese no es un tema menor. Va a haber 100 mil urnas. Hay que vigilar 100 mil urnas. No es un tema menor. Yo admito eso». 

La ex ministra de Trabajo de la Alianza siempre será recordada por el famoso recorte del 13% a los salarios de estatales y jubilados del Estado nacional. En tanto su eventual vice -si es que el binomio se impone en las presidenciales de este año- fue ministro de Economía de Fernando De la Rua, duró solo 15 días en el cargo tras anunciar un plan de ajuste en salud, asistencia social, ayudas regionales y sobre todo en educación y las transferencias a las provincias. Dos joyitas que quieren repetir sus aventuras de 2001.

Las medidas que anunció López Murphy y que lo eyectaron del Palacio de Hacienda tras apenas dos semanas el el cargo:

En su último discurso anunció que se eliminaban $ 660 millones de transferencias a las provincias. Como en 2001 ya se habían enviado $ 110 millones, ese año se iban a recortar $ 550 millones y en 2002 no se iban a transferir $ 660 millones.

Se iba a achicar la planta del Estado (administración Nacional, Poder Legislativo y organismos autónomos) en 40 mil trabajadores, de un total de 140 mil empleados.

El presupuesto universitario se iba a achicar en $ 361 millones en 2001 y $ 541 millones en 2002. En ese momento, sólo la UBA tenía un presupuesto de $ 305 millones, del que el 85% iba a salarios.

López Murphy planteó realizar una mayor flexibilización laboral, con la eliminación de los estatutos especiales, recortar en $ 17 millones de la ANSES.

También dispuso un recorte del sistema jubilatorio de $ 127 millones y que desde el 1 de junio de 2001 a los jubilados con haberes superiores a $ 600 se les iba a quitar lo que percibían si tenían un trabajo.

Además, en salario familiar se iba a hacer una rebaja de $ 129 millones.

También propuso vender las empresas del Banco Nación: AFJP, Seguros de Retiro y Seguros de Vida. Y le otorgaba a los privados la explotación de la Lotería Nacional y la Casa de la Moneda, con la posibilidad de su privatización.

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