Los amarillos que gobernaron la Argentina entre 2015 y 2019 ya se pusieron de acerado en términos de lo que harán con la economía del país si es que llegan a imponerse en las elecciones presidenciales de este año. Y, por lo que se pudo saber, nada nuevo bajo el sol… harán más o menos lo mismo que antes, pero con mayor velocidad. Es decir, devaluación, recorte del gasto y aumento de tarifas.

Así lo refleja un artículo publicado en Clarín por el perdiosita Jorge Lanata, reconocido amigo el expresidente Mauricio Macri.

Según detalla el creador de Día D, el primer semestre de 2024 será duro, con ajuste, recesión y aún más inflación. Lanata recogió esta información de uno de los protagonistas del encuentro que celebraron el pasado martes, economistas y especialistas en el área social del PRO, la UCR y la Coalición Cívica. “La tarea sucia es devaluar, subir los precios de las tarifas, el combustible y todo lo que esté atrasado«, detalla.

Y agrega más datos: «Habrá que impulsar una reforma de la Carta Orgánica del Banco Central para limitar la emisión monetaria y, por último, una política de recuperación de los ingresos que pase como una ambulancia a recoger los heridos”.

La baja del gasto tendrá un fuerte recorte en la obra pública, habrá políticas de reducción el empleo estatal y planes de jubilación anticipada y fuerte quita de subsidios a la energía, el transporte y las empresas.

El modelo tiene que ser exitoso rápidamente porque si no, el apoyo político se va a diluir”, dice uno de los redactores del documento.

Sobre las retenciones hay pequeños desacuerdos: los representantes de Horacio Rodríguez Larreta proponen, como gesto, bajar las de las economías regionales (pero no las de la soja, el girasol y el trigo). Los de Patricia Bullrich hablan de bajar tres puntos por año y Marina Dal Poggetto, que acompaña a Facundo Manes, cree que hay que salir rápido del cepo, unificar los tipos de cambio y subir las retenciones, no bajarlas.

Habrá una renegociación del acuerdo con el Fondo y la Carta Orgánica del BCRA se modificará para volver a ponerle límites a la emisión y al financiamiento por parte del Central al Tesoro.

Sobre los planes sociales, la idea es modificar el Potenciar Trabajo (dirigido a quienes trabajan en cooperativas u otras unidades productivas) y la Tarjeta Alimentar (que otorga un monto mensual para la compra de alimentos).

El Potenciar Trabajo tiene hoy 1.200.000 beneficiarios que cobran la mitad del salario mínimo (en mayo $ 40.171). Lo que se discutió y acordó fue:

-Eliminar la intermediación (se saca del medio a las organizaciones sociales).

-Ponerle plazo al beneficio (que podría ser de un año con una prórroga de seis meses)

-En ese año el beneficiario estará obligado a formarse en algún oficio o terminar su educación y a presentarse mensualmente a las oficinas de empleo para recibir ofertas laborales. Si la persona rechazara más de tres ofertas de empleo se quedaría sin plan social.

El de las empresas públicas es uno de los grandes gastos a tocar: el año pasado tuvieron un déficit de US$ 6.500 millones, casi un punto del PBI. Hay 34 empresas del Estado, pero el gasto se concentra en ENARSA, Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado, Aerolíneas Argentinas, AySA, Correo Argentino, Belgrano Cargas, RTA y Yacimientos Carboníferos Río Turbio.

ENARSA encabeza el déficit con US$ 3.200 millones en 2022 y Trenes es la empresa más abultada del sector público: tiene 30.600 agentes. (con información de Clarín)

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