Más de 150 millones de brasileños concurrirán a las casillas de votación para definir a su presidente por los próximos cuatro años, en el marco de una polarizada pelea entre el mandatario actual Jair Bolsonaro y el ex jefe de Estado Luiz Inácio Lula Da Silva.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que quiere regresar al Palacio del Planalto para su darle curso a su tercer mandato, es el favorito para quedarse con la victoria este domingo, según las encuestas y sondeos difundidos en las últimas semanas.

Si bien todas las muestras coinciden en que Lula será el triunfador, la primera incógnita pasa por saber si podrá hacerlo en primera vuelta o si la definición se estirará hasta el 30 de octubre, fecha prevista para el balotaje en Brasil.

La segunda incógnita de la jornada tiene que ver con la reacción de Bolsonaro ante una eventual derrota, ya que en las semanas previas había agitado el fantasma del fraude, lo que no descarta la posibilidad de que termine desparramando dudas sobre una victoria de su contrincante.

Está previsto que Lula concurra a votar a la localidad de San Bernando, en San Pablo, a primera hora de la mañana y luego espere los resultados en su búnker montado en el centro de la ciudad.

Por su parte, Bolsonaro irá a votar a Río de Janeiro y más tarde se trasladará a Brasilia, la capital del país, para esperar los primeros números del conteo junto a su familia.

Según se espera, la votación finalizará a las 17 y, como se trata de voto electrónico, los resultados con una tendencia definitiva se podrían tener cerca de las 19.

En el entorno de Lula se mantienen confiados en el resultado favorable y ya preparan el discurso de victoria, aunque con un ojo puesto en la reacción que podría tener Bolsonaro.

«Mañana estaré festejando por haber ganado en primera vuelta o para ir al balotaje. Vamos a festejar la victoria con una fiesta en la Avenida Paulista», aseguró un confiado Lula este sábado en la última conferencia de prensa antes del turno electoral.

Si el líder del PT consigue 50 puntos o más se quedará con el pase directo al gobierno, aunque si no llega deberá esperar a tener otro triunfo el domingo 30 para el anhelado tercer mandato.

Las calles de San Pablo fueron es escenario este sábado de los cierres de campaña de ambos candidatos y, si gana Lula, serían testigo también del festejo del ex presidente y su militancia, al grito de «Fora Bolsonaro».

«Vamos a trabajar, porque resurgir de las cenizas como lo hicimos es de mucha alegría, de mucha victoria», resaltó el aspirante a volver a la presidencia de Brasil.

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