Federico Tonarelli, presidente de Facta y miembro de Cooperativa Bauen

Trabajadores y representantes del sector cooperativista salieron hoy a cuestionar el apoyo financiero que brinda el gobierno mediante el programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP) a empresas del tamaño del Grupo Techint o Clarín en medio de la pandemia del coronavirus. Estas firmas no solo han tenido ganancias voluminosas que les permiten atravesar la crisis actual sin necesidad de acudir al Estado, sino que han horadado el proyecto político y económico del actual gobierno, tanto en el plano mediático como en el económico. La firma de Paolo Rocca despidió 1500 trabajadores del sector construcción el mes pasado y ahora promueve una nueva ola de despidos para sacarse a 300 trabajadores más.

En esa línea, desde la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) en la CTA de los Trabajadores señalaron «la campaña orquestada desde las clases dominantes para presionar a las autoridades con el único objetivo de no interrumpir el proceso de acumulación que les permite seguir concentrando el poder económico de nuestro país».

Cuesta creer entonces – explicó Federico Tonarelli, presidente de la entidad- que el gobierno nacional decida asistir a Clarin y Techint (por citar solo algunas de las más relevantes) incluyendo a estas empresas en el Programa ATP, mientras continúa sin hacer lo propio con las cooperativas de trabajo.

Se puede aducir que las grandes corporaciones de empresas representan
un número importante de puestos de trabajo y que asistirlas (a sabiendas que promueven a diario la ruptura del aislamiento social y preventivo para torcerle el brazo al gobierno) permite sostener el empleo de miles de compañeros/as. Con el mismo razonamiento las y los trabajadores asociados en cooperativas reclamamos la inclusión en la ATP.

Las 400 cooperativas de trabajo surgidas de procesos de recuperación
de empresas representan 18.000 puestos de trabajo en todo el país. Si incluimos además a las cooperativas de trabajo nacidas de otros procesos y circunstancias, podemos alcanzar la cifra de por lo menos 80.000 puestos de trabajo. Es por ello que los cooperativistas de trabajo reclamamos la atención que nos merecemos al representar cabalmente un verdadero eslabón de la cadena de la producción de bienes y servicios de la economía nacional.

«No nos parece correcto que se asista a los que con su poder de lobby
presionan al gobierno popular para maximizar sin pausa sus ganancias cuando es notorio que no lo necesitan y tampoco que se persista en ignorar a las cooperativas de trabajo, que a diferencia de Clarín o Techint, representamos a un conjunto de trabajadorxs aliados al proceso político que comenzó el pasado 10 de diciembre»
, manifestaron.

«No podemos ni debemos volver a la normalidad, porque la normalidad era el problema», concluyeron.

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