El fiscal federal Federico Delgado pidió este miércoles las indagatorias de funcionarios y ex funcionarios del Gobierno acusándolos de haber renegociado desde el Estado la deuda con los fondos buitre y, como empresarios, haberse quedado con bonos y letras con ganancias provenientes de esas negociaciones.

Sucede que la corrupción de guante blanco, esa que se hace detrás de operaciones financieras, empresas offshore, emisión de bonos y compra venta de dólar futuro es la especialidad del gobierno macrista. Pero no siempre se puede esconder debajo la ingeniería de mamushkas, otra de las maniobras que estos expertos bursátiles suelen utilizar para enmascarar sus negociados.

El pedido de indagatoria es a Luis Caputo, ex secretario de Finanzas Públicas ­luego presidente del Banco Central); Santiago Bausili, ex subsecretario de Finanzas Públicas y actual secretario del área, y Mario Quintana, ex secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete.

Según evaluó el fiscal federal, «Surge con claridad una confusión de intereses derivada de una lealtad partida. En efecto, algunos funcionarios públicos tenían compromisos específicos con algunos de los bancos que llevaron adelante la operación. Esos compromisos generan un grado de sospecha sobre su imparcialidad, porque esa historia incidió en algunas de sus decisiones que debieron estar guiadas por el interés general, pero que terminaron beneficiando a sus ex
empleadores», evaluó Delgado en su dictamen presentado ante el juez federal Sebastián Casanello.

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