El presidente Mauricio Macri hará mañana un viaje a Vaca Muerta junto a uno de los empresarios manchados por las supuestas coimas investigadas en el marco de la causa de las fotocopias del cuaderno de Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta.
El presidente y el titular de Techint, Paolo Rocca visitarán Fortín de Piedra, una de las áreas de explotación de Tecpetrol, la petrolera de ese grupo.
Allí, el empresario oficiará de «guía» del jefe de Estado, que también aprovechará para visitar otra área administrada, en este caso, por YPF: Loma de la Lata.
En el sector energético comprenden que este viaje relámpago de Macri representaría un apoyo oficial a Techint, en medio del escándalo que investiga el juez Claudio Bonadío.
«Mañana se va a inaugurar la llamada Mesa Vaca Muerta, que nucleará a funcionarios, nacionales y provinciales, gremios, intendentes y representantes de las empresas», remarcaron desde el Gobierno nacional, justificando la llegada de Macri junto a Rocca. «En Vaca Muerta participan muchas empresas», insistieron en la previa del encuentro que tendrá lugar en Neuquén.
Todo en medio de la causa de los cuadernos de las coimas K, donde el grupo, el holding más grande de la Argentina, está mencionado reiteradas veces. No sólo eso: también es imputado arrepentido –luego de haber quedado detenido, Héctor Zabaleta (72), un hombre de extrema confianza de Rocca, que trabajó 48 años en las compañías del grupo y que fue director de administración. La Justicia lo investiga como uno de los que le habrían pagado coimas a Baratta, ex mano derecha de Julio de Vido en el ministerio de Planificación.
«El Presidente va a Vaca Muerta. En Vaca Muerta participan muchas empresas», agregan, escuetos, desde Casa Rosada. Hace 10 días, Rocca había reconocido que su empresa pagó coimas para lo que él mismo definió como el «trauma» de la salida del grupo de Venezuela.
