Tras la restitución del Partido Justicialista nacional a sus autoridades electas, la justicia debió intimar al ahora ex interventor, el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, para que proceda a devolver las instalaciones de la histórica sede ubicada en Matheu 130, la cual decidió cerrar con llave para luego emprender un viaje al exterior.

Un día después que los camaristas Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía dispusieran restituirle el partido a su presidente electo, el diputado nacional José Luis Gioja, quien no pudo ingresar a la sede por encontrarse cerrada, la jueza federal María Romilda Servini debió emitir una cédula de notificación dirigida a Barrionuevo y a Horacio Raúl Ferro Méndez, ex interventor y ex apoderado respectivamente, en la que les ordenó devolver las instalaciones.

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«No quisimos hacer lo mismo que hicieron ellos que fue ir con la policía. El jueves nos acercamos hasta la sede, estaba cerrada y luego nos dirigimos al juzgado como manda la sentencia de la Cámara», dijo Gioja al diario BAE Negocios, quien consideró que «lo válido aquí ha sido la contundente resolución de la justicia» a favor de «restituirnos el partido tal como había planteado el fiscal Jorge Di Lello en su dictamen».

Por su parte, la apoderada del PJ nacional, Patricia García Blanco confirmó la presentación ante el juzgado de Servini, aunque se negó a pensar que Barrionuevo pueda no acatar «una orden de la justicia», pese a lo cual, advirtió que en caso de que eso no suceda «pediremos la apertura a través de un cerrajero, con la presencia del juzgado».

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