Para saber si hay adicción al celular y entender cómo es la relación entre la vida cotidiana de los latinoamericanos y los teléfonos inteligentes, Motorola realizó una encuesta que resultó bastante preocupante.

El resultado de la misma determinó que el nivel de adicción es tal que el 48 por ciento prefiere renunciar a tener sexo durante un mes antes que a su teléfono móvil.

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El uso de teléfonos celulares y la relación con los seres queridos en la vida cotidiana, necesita un cambio. Es necesario ubicar al teléfono celular como un accesorio y no como un protagonista de nuestras vidas.

Algunos consideran a su smartphone como “su mejor amigo”

La gerente de Marketing de Motorola Argentina, Valeria Fernández, analiza el tema y comenta que las personas están con muchas cosas durante el día y muchas de ellas pasan por dentro del teléfono, y agrega: «El equilibrio entre la atención que le damos al teléfono y a nuestros seres queridos, está un poco dispar, por lo que hay que intentar revertir eso y resolverlo de alguna manera»

Adicción al celular
La empresa realizó la encuesta llamada #PhoneLifeBalance y de la misma se desprende que la mitad de los participantes realiza un uso consciente de su smartphone:

El 13% de ellos está considerado un phone-sapiens, lo que significa que su vínculo con el teléfono se limita a lo estrictamente necesario, desaprovechando muchas de sus funcionalidades.

El otro 38% es el que ha logrado el balance perfecto entre su teléfono y su vida.
Encuesta #PhoneLifeBalance

De la encuesta participaron un 67,75% de hombres y un 31,27% de mujeres, de los cuales el 40% pertenece al rango etario de 30 a 39 años. El 34,6% del total de participantes confesó un vínculo muy fuerte con su celular, mientras que el resto tiende a la obsesión.

La encuesta que mide la “adicción” al teléfono celular puede ayudarte a saber qué tipo de usuario sos, clasificando a los participantes en 5 categorías:

Nivel 1 – Phone-Sapiens: son quienes emplean su teléfono para cuestiones básicas, como llamar por teléfono. Incluso lo prefieren por sobre enviar mensajes escritos. Su presencia en redes sociales es acotada y no aprovechan todas las facilidades que les proporciona la herramienta

Nivel 2 – Phone-Consciente: son quienes viven con su teléfono y no en él. Hacen un uso del smarthpone para ahorrar tiempo y energía que podrían invertir en cosas que realmente les importen. Valoran sus relaciones personales y encontraron el balance perfecto entre el teléfono y la vida personal.

Nivel 3 – Phone-Enamorado: aquí comienzan los problemas para despegarse del aparato. Quienes pertenecen a esta categoría lo usan en sus tiempos libres solo porque está ahí.

Nivel 4 – Phone-Fanático: continuamos el descenso hacia la dependencia. En este caso, el celular jamás está a apagado y siempre está cerca. Suelen asegurar que son multitarea cuando lo que logran es distraerse de múltiples maneras.

Nivel 5 – Phone-Dependiente: Aquí se encuentran las personas que nunca dejan de usar el teléfono. Es lo primero y lo último que ven en el día, y separarse del dispositivo les genera estrés. Es la realidad más negativa de todas, ya que la relación con el celular eclipsa las relaciones personales.

La iniciativa partió de la base de una serie de encuestas realizadas a nivel global en colaboración con Nancy Etcoff de la Universidad de Harvard y la consultora Ipsos, buscando comprender el impacto social de los smartphones en las relaciones “con uno mismo, con los demás y con el entorno físico y social”.

El estudio demostró que muchos usuarios anteponen el uso del teléfono a las relaciones con sus seres queridos. Sobre todo, en las generaciones más jóvenes que crecieron en un mundo “digital”.

El estudio determinó que el 49% de los encuestados revisa su smartphone más de lo que querría. Muchas de estas veces sucede que lo activan para ver el clima o la hora y de repente se encuentran haciendo algo más.

El 64% de los argentinos participantes también ha confesado que el móvil es su mejor compañero cuando van al baño.

“Para la mayoría de los usuarios de teléfonos inteligentes, los comportamientos problemáticos consisten en respuestas inconscientes y malos hábitos que requieren de ayuda para superarlos”, afirma la doctora Etcoff.

Los números en Latinoamérica muestran que sobre más de 126 mil personas, el 15% pasa las 24 horas del día con el dispositivo al alcance de la mano, pero agrega que el 54% estaría dispuesto a renunciar durante un mes al celular, antes que al sexo.

Por otro lado, el 65% de los participantes de América Latina revisa sus notificaciones antes de levantarse por la mañana. Lo curioso es que un detonador de esta ansiedad es que quien esté con ellos lo haga antes: más del 74% de los participantes aseguró que revisaría su celular en cuanto uno de sus amigos lo hiciera primero.

En este marco, la gerente de Marketing de Motorola en Argentina, Valeria Fernández, explicó que “como creadores del primer teléfono móvil de la historia, nos sentimos responsables de analizar el impacto de esta tecnología de rápida evolución y el deseo de tenerla, sin que se convierta en el centro de nuestras vidas”.

El objetivo es, primero, contar con un análisis del estado de situación para avanzar sobre los distintos aspectos necesarios que surjan del diagnóstico.

La empresa ya cuenta con el auspicio de una aplicación para ayudar a los usuarios a desintoxicarse del aparato durante 60 días

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