Desde la llegada de Cambiemos, el sector más productivo del país, y que m,ás trabajo genera atraviesa una de las peores crisis de la que se tenga memoria. Igual que en los ´90 y en 2001, la apertura económica puso en jaque al empresariado nacional.

El crudo testimonio de los empresarios que confiaron en el país, invirtieron todo su capital y apostaron al mercado interno; hoy ven frustrados todos sus sueños al calor del macrismo.

El pasado domingo, Emilio Katz, dirigente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) e industrial textil, con 60 años en el mercado, participó en C5N, de una mesa en la que se debatió la actualidad del sector.

Lo acompañaron, José Cudina propietario de un frigorífico en Avellaneda y Leo Bilansky, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales.

Las empresas de menor tamaño, que dependen del mercado interno y no son subsidiarias de grandes corporaciones, sufren de lleno una combinación letal de alta inflación, tasa de interés de referencia en 40% (y tasas de financiamiento entre 50 y 100 %), insumos y tarifas dolarizados, entrada masiva de bienes importados, “enfriamiento” de la demanda y menor crecimiento.

Durante la emisión del programa Minuto a Minuto que conducen Abigail Lasalle y Diego Morán, los empresarios relataron el duro momento que viven las Pymes, que en sólo dos años provocó el cierre de unas 7500 según datos oficiales.

El dirigente de la APYME relató que «yo como empresarios pyme con 60 años en el mercado y siendo uno de los primeros en la industria en confeccionar ropa para niños -antes lo hacían las modistas- y desde noviembre no pude sostener más mi empresa y tuve que cerrar», relató Katz.

Según consideró, «lo peor no pasó, está por venir. Tenemos 7500 empresas que cerraron por la reducción del mercado interno, esto es porque la capacidad de consumo de trabajadores, jubilados y profesionales, ha disminuido y sigue disminuyendo drásticamente.  Esta situación hace que nuestras ventas disminuyan», detalló.

Luego, el empresario abordó otra de las problemáticas que atentan contra las empresas nacionales, la apertura irrestricta de importaciones, que a diferencia del modelo que impuso el kirchnerismo, que buscó sustituirías, ahora se revierte e inunda el mercado con productos de origen asiático, a valores irrisorios que no permiten una competencia equilibrada.

«La apertura irrestricta de importaciones ya sucedió en los noventa y por eso nosotros veníamos diciendo cómo venía la mano. Hubo diferencias, el capital financiero pasó a predominar sobre el capital productivo en el mundo, se abren las importaciones, disminuye el poder adquisitivo, la tasa de interés se va por las nubes y empieza esa competencia entre Lebac y dólar que llevaron las tasas a un 40%, para los bancos. Los pymes generalmente tienen que acudir a las cuevas a pagar intereses usurarios», explicó Katz en un análisis más amplio.

En tanto, Cudina sostuvo que «En Avellaneda había 6 frigoríficos, si me caigo yo ya seríamos 3 las empresas del sector que cierran» y agregó «el 50% del sector tendría que cerrar y aunque es un dato local la tendencia nacional va en ese sentido».

Por su parte, Bilansky indicó que en una encuesta realizada sobre 300 pymes respondieron que «la mitad tiene inconvenientes para pagar el tarifazo en el primer trimestre del año» más allá de eso «el 90% considera las tarifas abusivas o desproporcionadas».

Según evaluó el dirigente, «con estos cierren -7500 empresas pymes- se llevaron puestos también 60.000 puestos de trabajo industriales y el sector puso en duda otros 20.000 para el 2018″.

«Por cada trabajador industrial despedido necesitas crear 4 monotributistas para reemplazar su consumo», dijo Leo Bilanski.

Finalmente, Katz relató que a su local, «solían ir abuelas a comprarle ropa a sus nietos. Llevaban siempre una sonrisa, y hoy, que ya no pueden pagar ni sus remedios, sus rostros denotan las arrugas que dibujan la angustia que padecen».

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