El último escándalo de la siempre polémica Natacha Jaitt, quien le practicó sexo oral a unos jóvenes en un boliche ante la mirada de todos, hizo furor en la web, tiene que ver con el caso que conmueve a la Argentina: la prostitución de menores y abusos en el fútbol. Antes de eso mantuvo otro paso por los medios masivos tras difundir videos que la mostraban teniendo relaciones con Diego Latorre, que le valió una fuerte pelea con Yanina, esposa del exjugador. ¿Pero quién esta mujer  que no es actriz, no es bailarina y tampoco es de las mediáticas más conocidas pero colapsa la red?

Jaitt tiene su historia y por demás interesante porque se despega de los clichés de chica  marginal que se dedicó a la pornografía porque no le quedaban más opciones.

En su infancia, iba a la escuela judía Golda Meyer y como cualquier chica de la colectividad, a  los 12 años complió con el ritual que tanto entusiasma a las teenagers: el bat mitzvá. Pero ya  de pequeña Natacha se mostraba distinta y deshinibida en el colegio.

«Mis amigos siempre se acuerdan que a mí me enloquecían los chizitos y les mostraba la  bombacha a cambio de que me convidaran. A veces estaban una hora para que yo les  muestre la bombacha más tiempo«, relataba en una entrevista al portal Terra y agrega: «a  los doce años hice el bat mitzva, estudié todo, sé hablar hebreo y un poco de idish, es muy  bizarro lo mío. Imaginate ahora cuando cuando voy al templo…».

Respecto de su profesión y su vínculo con la religión detalla: «Cuando se abre la Torá y se  habla de prostitución, de mostrar el cuerpo, yo entro. Le digo a papá que me mande un  mensaje de texto así entro en ese momento (risas). Pero en serio, voy en las fiestas más  importantes, siempre. Al rabino lo adoro, y él se divierte conmigo».

Pero en la familia de Natacha había un antecedente en el universo de los medios. Su papá era  nada menos que el Hombre de la Mascara Roja en Titanes en el Ring. «Cuando yo era muy chiquita subía con el Gitano Ivanoff y hacia lío«, relata.

Pero su historia en los medios comenzó mucho después. Saltó a la fama como participante del Gran hermano España. Según cuenta se fue de Argentina con 10 dólares en la cartera y  sobrevivió en la casa hasta el final, cuando perdió frente a un taxista español. Estuvo  encerrada 109 días, en los que asegura no haber tenido sexo.

Sus declaraciones dentro de la casa la catapultaron al mundo mediático por lo polémicas  y subidas de tono. «Vivo masturbándome», había dicho para empezar.

Además aseguró: «Tengo la capacidad de contraer los músculos vaginales para provocarme un orgasmo en cualquier lugar. Claro que me pongo en la piel de la gente y deben pensar que soy una loca, pero la verdad es que vivo masturbándome y eso aumenta la libido: cuanto más me excito, más quiero hacer el amor».

En declaraciones a una revista semanal, la pulposa morocha reveló que estuvo «con cuatro tipos a la vez contra mí sola«, al tiempo que contó que» jugado es todo y lo hice todo».

Al salir del programa, la contrataron de Crónicas Marcianas, un programa bizarro -según su propia definición- de la televisión española, para pasar luego a dar consejos sexuales en Consultorio sexual, por Playboy TV y para toda Latinoamérica. De ahí a posar desnuda para la edición argentina de la revista del conejito hubo un solo paso.

Pero, sin dudas, la mayor popularidad le llegó gracias al orgasmo en vivo que le dedicó en  cámara al conductor Chiche Gelblung, promocionando el Ficeba, primer Festival de Cine  Erótico de Buenos Aires. Y entonces llegó a la porteña calle Corrientes de la mano de Gerardo  Sofovich, donde protagonizó la obra Calientes, en la que hacía un monólogo -sobre sexo,  claro-, escribió un libro -sobre sexo, claro- y un programa de radio -sobre sexo también,  claro-.

Consultada sobre si es sexópata, Jaitt respondió: «No. Mi parte sexópata es que no puedo vivir sin tener sexo, no puedo pasarme la vida sin hablar de sexo, sin tenerlo. Obviamente que no estoy todo el día así. Pero esas cosas que nos decimos las mujeres cuando nos juntamos, hay que tener la libertad de decirlas públicamente, aunque existe el prejuicio de que no podés hacerlo o decirlo porque sos mujer. Y es todo lo contrario, mientras menos lo comentás peor te va sexualmente».

Jaitt volvió al centro de la escena con la divulgación de videos que la mostraban teniendo sexo con el excusador Diego Latorre, que le valieron 5 minutos de cámara tras su enfrentamiento con Yanina Latorre y ahora se volvió a meter de colada en las cámaras tras sus denuncias -mayormente infundadas- sobre los casos de prostitución infantil y abuso de menores en el mundo del futbol.

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