En un tenso clima y sin la presencia del oficialismo, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó ,afrontó las duras críticas de los presidentes del FPV, Agustín Rossi, y del Frente Renovador, Graciela Camaño.

«Lo que hicieron hoy es una porquería. No esperen juego limpio después de esta noche”, advirtió Rossi.

En ese marco, agregó que «es imposible construir un trabajo parlamentario porque usted, presidente, incumplió con el reglamento».

El escándalo se desató luego que la sesión terminara abruptamente a pesar del acuerdo parlamentario para tratar la derogación del mega DNU de reforma del Estado que el presidente Mauricio Macri firmó en enero.

En tanto, Camaño dijo que «la prepotencia del kirchnerismo era la prepotencia del número y por eso nos ganaban con el número y nosotros pataléabamos. No me quiero imaginar lo que haría Cambiemos con una mayoría. Es una vergüenza lo que hicieron».

En el inició del debate, como miembro informante de las iniciativas, el diputado Daniel Lipovetzky (PRO) resumió que estos tres proyectos «simplifican y reducen las trabas burocráticas, vienen a cumplir con el proceso de modernización del Estado que es clave para dar respuesta a los requisitos de los ciudadanos».

«Las iniciativas establecen avances en materia burocrática como la aplicación de firmas digitales y la gestión documental electrónica», dijo el macrista, al tiempo que recordó que «las modificaciones sobre el Fondo Garantía de Sustentabilidad fueron eliminadas del proyecto, así como la regulación de bienes del Estado».

Sobre otra de las cuestiones que se eliminó, el embargo de las cuentas sueldo, expresó: «Todavía nos debemos un debate sobre este tema porque tenemos que proteger el salario de los trabajadores, era más sana nuestra propuesta».

Por su parte, el diputado Axel Kicillof (FpV-PJ) denunció que el gobierno «quiere convertir a Argentina sea un paraíso fiscal» y anticipó el rechazo a los tres proyectos.

«Este proyecto está impuesto y escrito por el sector privado, es un engendro legislativo, este decreto no es de necesidad ni de urgencia. Esto es sacar regulaciones, no es menos papeleo, es más facultades discrecionales al Ejecutivo, la idea es que el Estado siempre molesta al privado y no quieren que regule», explicó el ex ministro de Economía.

En tanto, el diputado del FpV-PJ alertó que la embargabilidad de las cuentas sueldo sigue vigente hasta tanto se derogue el DNU: «Toda la preocupación es para cuidar a los bancos, no a los ciudadanos», advirtió.

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