En un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el periodista y la gobernadora luego del acting que ensayó María Eugenia Vidal, coucheada por el ecuatoriano, Jaime Durán Barba, y que le valió un lugar protagónico en el derrotero proselitista de cara a estas elecciones, Diego Brancatelli tuvo su segundo round y pudo poner a la jefa provincial contra las cuerdas en un tema que la tiene sospechada por la compra mediante la modalidad de “contratación directa” de unas 150 mil cajas navideñas para repartir entre sectores pobres del territorio provincial, y pagó por ello alrededor de 34 millones de pesos.

Esas mismas cajas, incluso mejor provistas, se habrían podido adquirir a través de internet a 18 millones de pesos menos. Las empresas que proveyeron las cajas navideñas se impusieron a otras que tenían larga experiencia en el rubro.

Las empresas adjudicatarias fueron RPG SA, Olazul SA, Copacabana SA y Teylem SA. Todas confiaron en la administración bonaerense a tal punto que las Cajas Navideñas fueron entregadas por los adjudicatarios antes que los mismos recibieran de parte de la provincia las órdenes de compra.

En la tramitación, “la empresa Copacabana SA solicitó en su presentación de oferta que no se tuviera en cuenta la presentación de la norma Iram-ISO 2001. La solicitud fue concedida y la empresa fue adjudicada.

La empresa Teylem SA registraba incumplimientos en Ingresos Brutos, pero no pareció importarle a la provincia a la hora de convertirla en adjudicataria”, explica el escrito presentado hoy ante la justicia provincial.

Teylem, según el sitio de consultas empresariales Linkedin, está presidida por Víctor Lusardi, quien –según la denuncia- “supo facturarle a la provincia 100 millones de pesos mensuales y prácticamente monopoliza el catering penitenciario en provincia”.

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