Ante la brecha abismal que existe entre el precio que se paga a los productores frutihortícolas por su producción, y el valor al que llegan esos mismos productos a las góndolas de supermercados y verdulerías, los cultivadores protestaron frente a la casa de gobierno vendiendo su mercadería al mismo valor al que la compran los grandes monopolios que luego la distribuyen generando enormes dividendos.

“Las economías regionales están sufriendo desde hace años una crítica situación por las políticas dirigidas al sector, que el gobierno de Mauricio Macri profundiza y agrava”, advirtió Roberto Solano, dirigente de la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA) e integrante de la Federación Nacional Campesina (FNC).

Los productores denuncian que lo que les pagan por sus verduras es «hasta 10 veces menos» de lo que se vende luego a los clientes y pusieron como ejemplo que por un kilo de cebolla reciben 4 pesos; de zanahoria 3 pesos y de lechuga 7.

Con la protesta, que se inició con una marcha desde Congreso a Plaza de Mayo, reclaman también el avance del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra y la reglamentación de la Ley de Agricultura Familiar.

«Los pequeños campesino producen el 65% de los alimentos que se consumen en la Argentina pero más del 80% de los mismos no son dueños de su propia tierra y se ven obligados a vivir en condiciones extremadamente precarias», advirtieron en un comunicado de prensa.

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