El sector agropecuario sigue sin liquidar la cantidad de divisas esperadas por el gobierno

EL SIGUIENTE ES UN EXTRACTO DE LA PUBLICACIÓN ACTUALIZACIÓN DE DIAGNÓSTICOS: IMPACTO DE LA NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA EN LOS ACTORES SOCIALES DE LAS CADENAS AGROPECUARIAS, PUBLICADO POR LA REVISTA REALIDAD ECONÓMICA #299

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La Cátedra Giberti realizó un relevamiento cuya información permite identificar las incidencias que se están registrando en rubros productivos, especialmente en lo que hace a la agricultura familiar. Entre los principales puntos analizados, se registró la incidencia negativa que el cambio de precios relativos -a partir de la devaluación y quita o disminución de retenciones- ha tenido en actividades tales como la porcina y tambera, entre otras.

Según reveló la información procedente de distintas fuentes, los pequeños productores no han recibido el beneficio económico que esperaban a partir del incremento del tipo de cambio real. Dichos excedentes fueron apropiados por los agentes hegemónicos de las distintas cadenas productivas. Se advirtió también preocupación de distintos segmentos productivos por la importación de productos forestales, carne porcina, entre otros, a raíz de la política de “apertura económica”.

La eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y en el caso de la soja la reducción del 5% de dicho impuesto, junto con la devaluación de aproximadamente el 60% de nuestra moneda, ha significado una transferencia espectacular de recursos al sector más concentrado agroindustrial.

Es alarmante que solo 10 empresas con fuerte incidencia de capital transnacional, exporta la mayor parte de la producción granaria y de sus productos procesados como aceites y harinas.

En el nivel del sector primario ocurre algo similar. Aproximadamente un 10% de los productores sojeros producen el 75% del volumen de la cosecha, ocurriendo lo mismo no solamente con las otras producciones granarias de la región pampeana, sino también en aquellas cadenas de economías regionales orientadas a la exportación, como manzanas y peras, limones, vinos, etc.

A pesar de esta increíble transferencia de excedentes a los sectores exportadores agroindustriales y de la liberalización casi total del comercio exterior, incluyendo la apertura económica y la eliminación de los ROE´s (Registro de operaciones de exportación), la mayor parte de los pequeños y medianos productores recibieron muy pocos beneficios de esta política estatal.

Lo mismo se está verificando para los pequeños productores de manzanas y peras, que esperanzados en que la devaluación resolviera su problemática, encuentran en la actualidad una situación aún más grave que la anterior, sin ninguna compensación en los precios de venta de sus producciones.

En el caso de la leche, es inexplicable el incremento de este producto y derivados en el nivel de los precios al consumidor, dado que se trata de un bien que casi en su totalidad se orienta al mercado interno. Por lo tanto la devaluación y quita de retenciones a la exportación, no debería impactar en semejantes aumentos de precios. Lo notable, en este caso, es que a pesar de la fuerte elevación de los precios al consumidor final, los grupos hegemónicos en la cadena lograron deprimir aún más el precio que pagan a los pequeños y medianos tamberos, que reciben menores valores nominales que los de hace un año. El sector tambero denuncia como insuficiente el subsidio de 0,40 pesos por litro, e indica que a diferencia del mismo subsidio que se había aplicado solamente a pequeños productores, en la actualidad se hizo extensivo a los primeros 3.000 litros aun en tambos de gran magnitud.

Esta situación se repite en otras cadenas extrapampeanas, como la vitivinícola o la de tomate para industria en Cuyo. Son las distintas entidades representativas de los productores las que están denunciando este manejo abusivo.

Según revelaron representantes de la industria aceitera de girasol, debido a la eliminación de los derechos de exportación, la industria se ve afectada a raíz de la mayor rentabilidad de la exportación de grano. Obviamente esta situación induce a primarizar la cadena y a incrementar la capacidad ociosa de la industria de molienda de girasol, que alcanzaría ya al 60 por ciento.

Posiblemente el mayor efecto negativo se observa con la fuerte subida del precio del maíz, luego de la devaluación y la eliminación de retenciones. Al ser este un insumo muy importante en la producción porcina, en la ganadería estabulada y en la lechería, el impacto de estas políticas económicas generaron importantes perjuicios en la rentabilidad de dichas actividades. En el caso de porcinos, la alimentación con maíz es una parte muy importante del costo de producción.

Producto de este impacto en la cadena, se registraron varias asambleas de productores, movilizaciones y distintos reclamos, exteriorizando una situación de cuasi quebranto de la actividad en el nivel de los productores familiares. En la misma dirección se ha expresado la Cámara Argentina de Feedlot, indicando las dificultades en la rentabilidad que podrían tener este año, a partir del encarecimiento de sus insumos.

En otro orden de preocupaciones que reveló el sector, se encuentra la posible incidencia de la apertura económica en relación con las cadenas agroindustriales. Se mencionó la importación de soja de Paraguay con destino a la industria aceitera y la autorización de introducción de carne desde Uruguay. Además, se registró en el primer bimestre de este año, en relación con 2015, un incremento de la importación de carne de cerdo, que pasó de 728 toneladas a 1.510, siendo Brasil y Dinamarca los principales países exportadores hacia la Argentina. En el caso de la carne de pollo, no se habían registrado importaciones desde la década de 1990, y comenzaron ahora a ingresar lentamente desde Brasil y EUA.

Finalmente hubo un consenso generalizado en relación a la propiedad intelectual en semillas. Llamó la atención, la fuerte confrontación que se registró en el primer trimestre de este año, entre la empresa Monsanto y algunos grandes productores de soja, que en muchos casos representan a importantes entidades. Los productores se oponen al intento de Monsanto del cobro de US$ 15 dólares por tonelada de soja, como regalía correspondiente a su nueva semilla transgénica, ellos indican que este valor equivale casi al 50% de la rentabilidad de la soja y entraña una retención privada superior a la reducción que el Estado hizo de la retención a la exportación en soja.

Finalizado el encuentro se realizó un sumario que surgió del aporte de los participantes cuyo resultado quedó plasmado en los siguientes 14 puntos:

1) En relación con distintas cadenas productivas, como la de manzanas y peras y lechería, existe estupor entre los pequeños productores cuya reivindicación se concentraba en la devaluación y eliminación de retenciones, debido a que dichos cambios no han impactado en una mejora de su situación.

2) El pequeño productos ha agravado su situación desde distintos puntos de vista. Los más pequeños que también tienen un trabajo asalariado, por la caída del salario y el aumento del costo de vida y por las mayores dificultades en la negociación de venta de sus productos.

3) Se abordó la necesidad de lograr crear más conocimiento para pensar en propuestas de políticas, como por ejemplo el tema de la titulación de tierras, los temas de cooperativización de pequeños productores para el procesamiento industrial de productos primarios, el logro de aseguramiento de la calidad, avanzar en mecanismos de cooperación y participación de pequeños productores, la investigación en nuevas formas de comercialización, entre otros.

4) Se mencionó que ante la vigencia de una política económica tan adversa a la pequeña producción, es importante identificar espacios para intentar fortalecer a la agricultura familiar, como por ejemplo, pensar en estructuras asociativas o industrialización local de producciones.

5) En relación con la producción porcina, a los agravantes mencionados en la presentación inicial, hay que agregar la caída del consumo de la población al igual que lo que acontece con la carne vacuna.

5) Otro aporte estuvo relacionado con la problemática del incremento de los alquileres de los arrendatarios, especialmente de los quinteros dedicados a la producción hortícola de los alrededores de Buenos Aires, que se encuentran movilizados por esta situación.

7) Se mencionaron las implicancias de la disolución del RENATEA y el despido de personal del organismo, en relación con las actividades de registración de trabajadores rurales en distintas provincias.

8) Se mencionó que debe pensarse que se agudizará la concentración del uso y la propiedad de la tierra y que se podría poner en “discusión” la ley de Tierras, que tiende a limitar la adquisición de tierra por parte de capital extranjero.

9) La disgregación de la Agricultura Familiar podría llevar a acelerar los procesos de descampesinización del agro.

10) Se hizo referencia a la caída del salario real en las actividades agropecuarias. Se citó como ejemplo el incremento de los haberes de los trabajadores de maquinaria agrícola, que se encuentra muy por debajo del aumento que experimentaron las producciones agrícolas pampeanas, luego de la devaluación y eliminación de retenciones.

11) Se mencionó que el proceso de concentración económica irá asociado con el incremento de la primarización de la producción.

12) Se hizo referencia a que la transferencia al sector agroindustrial a partir de la devaluación y quita de retenciones, podría alcanzar la suma de 160.000 millones de pesos por año.

13) Se consideró que en los últimos años se registraron avances en el monotributo social, en la creación de la Secretaría de Agricultura Familiar en el MAGyP y en el Registro de la AF. La mejora en la agricultura familiar se centró especialmente en las iniciativas mencionadas y no tanto como consecuencia de políticas específicas para el sector.

14) Se coincidió en la importancia de monitorear las políticas públicas en relación con el sector agropecuario y específicamente en referencia a la Agricultura Familiar. Además, se consideró la posible realización de un Seminario o Mesa Redonda sobre este tema, organizado de manera conjunta por distintas instituciones.

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