Radicales disconformes
Los radicales van a una nueva convención ilusionados con lograr un poco más de protagonismo dentro de la Alianza Cambiemos

La disconformidad dentro del radicalismo es insoslayable, han quedado relegados a simples colaboradores dentro del parlamento y solo levantan la mano cuando Monzó y Michetti envían la orden. Algunos están conformes en esa liviana posición, que reviste poca responsabilidad, pero garantiza el status quo de «miembros del gobierno».

Otra historia es la de los gobernadores, como el caso de Gerardo Morales, que es soberano en su reino y se da el lujo de mantener una presa política, sin que el Ejecutivo Nacional intervenga, pese a los múltiples reclamos de varios países, organismos internacionales y de derechos humanos.

Sin embargo, el histórico partido tiene el desafío de encontrar su lugar luego de más de un año de gobierno, donde no han sido consultados en ninguna de las desiciones ejecutivas, tampoco tuvieron una silla dentro de la mesa chica. Son parte del gobierno, pero no tienen ninguna injerencia y esto molesta en algunos de sus dirigentes.

No obstante, el titular del Comité Nacional, José Corral ya adelantó que se ratificará la alianza con el PRO en Cambiemos a la vez que se buscará impulsar una reforma de ese organismo y su Carta Orgánica, además de efectuar la renovación de autoridades que llevaría a la presidencia de la Convención al cordobés Jorge Sapia, ex funcionario del gobierno de la tristemente célebre Alianza que presidió Fernando De La Rua.

Ahora, dentro del sector que lidera Ricardo Alfonsín, otra es la historia. El dirigente hace tiempo viene reclamando un poco de protagonismo dentro del gobierno, y se cansó de gritar en cuanto programa de televisión participó, que «si el radicalismo hubiera sido consultado, muchos de los errores de gobierno no se hubieran cometido».

Por esto, insistirá con la necesidad de reforzar la participación de la UCR en las decisiones del gobierno, abandonando la «actitud pasiva» que mantiene el partido.

En ese sentido, el diputado dijo a la prensa que «frente a la conducción formal e informal del partido -en referencia a Corral y Sanz- no van a lograr los votos necesarios para lograr la reelección».

«Esto tiene que ver con criterios distintos acerca de cómo debemos manejarnos dentro de Cambiemos», señaló, y agregó que «la UCR tiene que tener más protagonismo, un actitud menos pasiva por el propio bien de Cambiemos».

Según el hijo del expresidente «esto se vio en Villa Giardino», durante el congreso de la UCR, y remarcó que «ha quedado en evidencia que existe una demanda mayoritaria del partido para que tenga mayor peso dentro de esa alianza».

Alfonsín adelantó que su sector elevará a la Convención una propuesta de agenda legislativa para que la aborden los bloques parlamentarios de Cambiemos.

Entre los puntos que destacó figuran la creación de un Consejo Económico y Social, pero «institucionalizado, no se trata de hacer reuniones sólo para las fotos», indicó el diputado radical.

También exige la sanción de una ley que cree un programa de capacitación docente a cargo del gobierno nacional y que «se avance sobre los monopolios, en particular del sector alimentos y medicamentos, con una ley de góndolas para que no se abusen los supermercados», destacó Alfonsín. Sería bueno que el diputado se comunique con Micky Brown, y le pregunte que piensa de esta última propuesta.

Como sea, la Convención tendrá lugar el lunes, 3 de abril a partir de las 12, en el Teatro Municipal Coliseo Podestá, de la ciudad de La Plata.

Allí, seguramente se quemarán las pestañas, tal como sucedió en Gualeguaychú, cuando decidieron entregarle en bandeja casi 126 años de historia (se cumplen el 26 de junio próximo), además de todo su poderío territorial, que propició el escenario para que la derecha vuelva al poder en Argentina.

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