El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, criticó con dureza este viernes el accionar de los efectivos de la Policía de la Ciudad que protagonizaron un operativo el miércoles en Barracas en el que murió baleado Lucas González, un adolescente de 17 años, que viajaba en un auto junto a tres amigos a la salida de un entrenamiento en el club Barracas Central.

«Hay una ley en la Ciudad de Buenos Aires, la 5.685 artículo 85 específicamente, que impide hacer todo eso que hicieron: estaban en un auto no identificable, sin patentes (N. de la R.: sí tenía), tres personas de civil, siguieron a cuatro chicos que estaban en auto y pararon en un kiosco a comprar un jugo, venían de jugar al fútbol…», relató el ministro.

«Es inconcebible que haya un gesto de violencia institucional tan grande. Y quiero separar a estos tres personajes de lo que pueda significar la fuerza en sí misma porque sería injusto que uno generalice en esas cosas», aclaró Fernández, evitando politizar el lamentable hecho.

No obstante añadió: «Pero estos personajes no es la primera vez que hacen este tipo de ‘chanchadas’ porque yo reconozco que uno de ellos, (Gabriel) Isassi de apellido, fue el que estuvo en Río Gallegos y que entró a la casa de la madre de Néstor Kirchner pateando los muebles, no me olvido de eso».

«La situación en la que nos encontramos es terrible, al chico no lo tenemos más, es inconcebible lo que sucedió porque mientras iban saliendo los partes, decían que dos fueron detenidos y uno se dio a la fuga. ¡Se fue a su casa! Fue a buscar a su papá y su papá lo llevó de la mano a la comisaría, se tuvieron que comer una noche en un Instituto de Menores, es inconcebible», agregó el funcionario.

En otro pasaje de la entrevista, Aníbal Fernández se refirió al concepto de «mano dura o mano blanda» y puntualizó: «Ninguna de las dos, cumplí la ley. Y si cuando uno cumple la ley, está en persecución de determinado delincuente, se enfrenta, las Fuerzas tendrán las razones para cumplir con ello. Y si las consecuencias fueran desagradables, también tendrán razones y razones para explicarlo, pero no esto que nos está pasando».

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