La Unión Cívica Radical (UCR) definirá hoy en la Convención Nacional, en Parque Norte, su estrategia electoral de cara a las generales de octubre, un debate que se prevé intenso y que gravitará en el futuro del radicalismo y de la alianza oficialista Cambiemos.

Los 327 convencionales de todo el país discutirán en torno a tres posturas: la ratificación de la permanencia de la UCR en la coalición Cambiemos -que integran con el PRO y la Coalición Cívica-, tal como fue concebida en la convención radical de Gualeguaychú en 2015, con el respaldo a la reelección del presidente Mauricio Macri.

La segunda sostiene la ampliación de la coalición y habilitar las PASO para dirimir las candidaturas, y una tercera considera que Cambiemos es una experiencia «agotada» y postula la construcción de una nueva alternativa electoral, posición que sostienen los denominados «rebeldes».

La UCR llega a la reunión del máximo órgano partidario, que arrancará en horas del mediodía, en un clima de tensión interna, que fue creciendo luego de que se filtrara un borrador elaborado por el presidente del Comité Nacional y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.

Bajo el título «Una nueva coalición de gobierno para construir una Argentina sana y previsible», el escrito que Cornejo pondrá a consideración de la convención ratifica lo resuelto en Gualeguaychú, «ampliando» Cambiemos tanto a nivel nacional como en los diferentes distritos.

En otro de sus puntos centrales, prevé habilitar que todos los precandidatos legislativos federales, provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires puedan «adherirse» a la boleta de todos los postulantes a presidente de la Nación, algo deja abierta la posibilidad de una PASO con candidato propio frente a Macri.

Ese borrador no cayó bien entre los radicales más cercanos a la Casa Rosada, que elaboraron un «contradocumento», que también hicieron circular entre los convencionales, en el que defienden la alianza con el PRO y la CC, a un mes del vencimiento del plazo para inscribir listas. En ese sector figuran el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador, Jesús Rodríguez y Agustín Campero, vicepresidente de la convención nacional y el diputado nacional Facundo Suárez Lastra, entre otros.

En el contradocumento, los «dialoguistas» rubrican sin reservas la permanencia del radicalismo en la alianza que en 2015 llevó a Mauricio Macri a la Presidencia y exhortan a la conformación de un «programa común» que responda a los «principios doctrinarios» del partido. Además no hace alusión a la incorporación de nuevos partidos socios a Cambiemos, ni abre la posibilidad de dirimir la fórmula presidencial en una PASO, aunque si pide que se «institucionalice» el esquema de funcionamiento de la coalición gobernante.

Fuentes partidarias señalaron a la prensa que este escrito tendría el visto bueno de Ernesto Sanz, Ángel Rozas, José Cano y el de los jefes del interbloque Cambiemos, Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado).

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y el histórico operador radical, Enrique «Coti» Nosiglia -ambos de fluido vínculo con el presidente Macri- estarían de acuerdo con el documento de Cornejo, cuyos fundamentos económicos contaron con la colaboración de Martín Lousteau.

Por otra parte ayer se difundió un tercer documento del sector «rebelde», con la firma de unos 70 convencionales, en su mayoría de la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, entre ellos el titular de la convención, Jorge Sappia, que llamó a construir «un nuevo frente electoral y programático para poner a Argentina en el camino del crecimiento».

Este sector «rebelde», se referencia en Federico Storani, Ricardo Alfonsín, Juan Manuel Casella y el presidente de la Convención Nacional, Jorge Sappia. Plantea que Cambiemos está «agotado» e impulsa un frente, que integren el socialismo, el GEN y sectores del peronismo, que podría contar con el liderazgo del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.

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