Cristine Lagarde y Jerry Rice

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró hoy que respaldará a Argentina al margen de que cambien las autoridades gobernantes en las elecciones presidenciales de octubre de este año. Así lo afirmó este jueves el portavoz del organismo, Gerry Rice.

«El FMI apoya a los países miembros, es decir, a Argentina, así que nosotros esperamos continuar apoyando a Argentina más allá de los cambios», informó el miembro del organismo en una rueda de prensa desde Washington.

Rice asumió como natural la rotación de autoridades en una nación, «ya que las administraciones pueden cambiar y el FMI continúa con su misión de apoyar al país».

Una misión del FMI visitó Argentina por dos semanas en febrero pasado para auditar las cuentas públicas y reunirse con representantes del Gobierno y la oposición.

La delegación de la organización financiera internacional, integrada por Trevor Alleyne, instalado de manera permanente en Argentina, y Roberto Cardarelli, se reunió con el secretario de política económica, Miguel Braun, y con el vicepresidente del Banco Central, Gustavo Cañonero.

Los representantes de la misión también dialogaron con referentes de la oposición, como el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, el exministro de Economía del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el diputado Axel Kicillof, y con el también exministro de Economía Roberto Lavagna.

Aunque Rice afirmó no tener detalles de esa visita, informó que en los próximos días el Fondo emitirá un comunicado con sus primeras conclusiones.

El directorio ejecutivo de la entidad multilateral debe aprobar para este mes el próximo desembolso previsto para Argentina.

Se trata de 10.793 millones de dólares de los 56.300 millones que en total el Fondo accedió a prestar al país sudamericano hasta 2021, el mayor crédito que el FMI entrega en su historia.

La mayor parte de esos fondos se darán entre 2018 y este 2019, año en el que el Gobierno prevé recibir en total 22.800 millones de dólares. Para 2020 y 2021 queda un desembolso de 5.900 millones de dólares.

Como contraprestación, el Ejecutivo se ve obligado a realizar un ajuste en la política económica, monetaria y fiscal que este año llevará a equilibrar el déficit fiscal primario (que no cuenta los intereses de deuda). (Sputnik)

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