La ‘aspiradora’ que prendió el Banco Central para «secar la plaza de pesos» no es gratuita, las ya muy golpeadas Pymes pagan el costo de la renovada política monetaria y pierden aún más posibilidades de concretar ventas y acceder a financiamiento.

El BCRA lanzó ayer una subasta de Letras de Liquidez (leliq) con las que adjudicó $71.060 millones de pesos (unos US$1779 millones de dólares). Ese movimiento hizo que la tasa de interés subiera a un promedio de 67,17%, con un pico de del 71,99%.

La salida de las leliq con semejante tasa fue lo que generó una pequeña baja en la cotización del dólar, que cerró en $40,73.

El problema con esta medida radica en que esta suba de la tasa implica que las pymes urgidas de financiamiento para, por ejemplo, comprar maquinaria, tendrán que pagar intereses altísimos, lo que lleva a los empresarios a inclinarse por dejar de invertir en producción para volcarse a la especulación financiera. Además, va contrayendo la economía de los asalariados, que faltos de pesos gastan aún menos.

Como se sabe, el Banco Central comenzó a implementar las medidas que acordó con el FMI para que el dólar flote entre los 34 y los 44 pesos, márgenes a partir de los cuales intervendría en el mercado con las reservas, aunque los especialistas descartan que se ubicará en el techo de la banda.

Desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), enviaron una carta abierta al presidente Mauricio Macri donde le exigieron que ponga en marcha un proyecto económico, productivo y social que los incluya y que no los deje librados a la peor tormenta, la de un país que renuncia a sus decisiones soberanas, a su propio desarrollo y a una vida digna para todos sus habitantes. 

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