En medio de la tormenta política desatada por la crisis económica eque atraviesa el gobierno argentino, el presidente desarmó por completo la jefatura de Gabinete que hasta hoy comanda Marcos Peña y dejó a su íntimo amigo en una posición prácticamente testimonial.
Es que luego de desarticular el tridente que componía Peña con Mario Quintana y Gustavo Lopetegui y tras eliminar a Jorge Faurie, el canciller que respondía directo al Jefe de Gabienete, ahora reemplazado por Alfonso Prat Gay, enemistado con Peña, este último quedó virtualmente fuera del gobierno. Sin embargo, un acuerdo político entre el presidente Macri y Peña mantendrá -por ahora- al funcionario en su cargo, aunque sin las funciones propias del mismo, que serán absorbidas por el hasta hoy ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
El Jefe de Estado decidió conservar a Marquitos porque entiende que entregarlo es una señal de debilidad, que no está dispuesto exhibir. Según revelaron fuentes que pasaron por Olivos, el presidente le habría pedido a su ministro coordinador que se quede un tiempo más, ya que según le habría dicho, «hoy vienen por vos y mañana por mi».
Se trata de una relación de conveniencia política. Según se especula, Peña seguirá comandado el ejercito de trolls que hasta ahora le han permitido al PRO liderar la agenda en las redes y convocar marchas espontáneas contra la oposición.
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