Eduardo Fernández
Eduardo Fernández, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios.

El presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) Eduardo Fernández, advirtió este jueves que ese sector atraviesa una «situación de gravedad», y consideró que las medidas prometidas por el presidente Mauricio Macri tienen «sabor a poco».

«Hay una situación de gravedad del sector y a pesar de reconocerse las virtudes de las pequeñas y medianas empresas, creemos que hacen falta medidas en la emergencia», sostuvo el dirigente.

El titular de la entidad que nuclea a empresarios de todo el país planteó que las políticas anunciadas “no se condicen los anuncios con el reconocimiento que se hace de la gravedad de la crisis”.

En diálogo con Nelson Castro en Radio Continental, Fernández se quejó, «nos dejó sabor a poco los anuncios del presidente Macri», que en un megaevento en la CAME prometió la redacción de una «nueva ley pyme» y «más herramientas para enfrentar este momento en el que hay que competir», como tasas subsidiadas y beneficios a comercios de frontera.

“Los embargos desde 2017 fueron 250 mil en cuenta corriente, una cifra muy importante y eso se ve reflejado en el aumento de la cantidad de cheques rechazados sin fondos. Esto confirma el corte en la cadena de pagos”, agregó Eduardo Fernández.

Además, recordó que en el último año cerraron 140 mil pymes y abrieron 135 mil. “El saldo es negativo. Pero además la calidad de Pymes que cerraron eran pymes de muchos años, con inversión productiva y tecnología”, explicó.
Y concluyó señalando que el modelo de desarrollo para la Pyme “es fundamentalmente el mercado interno”.

La jefatura de gabinete, por medio de un documento que consta de más de 800 páginas, en contraposición al discurso que venía sosteniendo hasta el momento, reconoció el cierre de empresas Pymes.

El saldo negativo entre las pequeñas y medianas empresas que cerraron y abrieron en los años 2016 y 2017 fue de 4787. 

Además, la actividad económica viene en franca caída, la última medición del INDEC verifica un desplome de 0,9 por ciento en abril con respecto al mismo mes del año pasado. En tanto, la comparación frente a marzo mostró una baja del 2,7 por ciento. 

Según el INDEC la economía acusó el impacto negativo de la sequía un mes antes de la corrida cambiaria que desembocó en una fuerte devaluación del peso y aceleración inflacionaria. 

“Nosotros vivimos del mercado interno, y cuando se resiente esto por el cambio de composición del consumo y la falta de actualización del poder adquisitivo, es muy notable la caída”, agregó Fernández.

Lo cierto es que el saldo de las políticas económicas del mejor equipo en 50 años es devastador, pérdida de poder adquisitivo del salario, que entre 2016 y 2018 alcanza niveles estratosféricos, los empleados estatales perdieron más del 20% en poder de compra.

La devaluación de la moneda criolla, en el mismo periodo de comparación cayó más de un 100% contra el dólar, que hoy cotiza en torno a los 30 pesos. Y finalmente la balanza comercial, que sigue arrojando valores negativos. Sólo durante el primer trimestre de 2018, el déficit en cuenta corriente alcanzó los 9623 millones de dólares, un incremento del 34,4 por ciento frente al mismo período del año pasado.

Todo esto configura un cóctel letal que entierra la actividad y le pone fecha de vencimiento a las empresas nacionales que buscan desesperadas se apruebe la emergencia del sector, que entidades como APYME vienen impulsando desde hace más de un año.

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