El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reúne este viernes en Washington con el objeto de analizar el pedido de un crédito stand by formulado por la Argentina, a la par de los encuentros que vienen manteniendo funcionarios argentinos y miembros del organismo en la capital estadounidense para avanzar en un entendimiento.

Con respecto a este posible acuerdo con el FMI, el ministro de Haciendo Nicolás Dujovne señaló que «se armó un clima de angustia en la sociedad porque ir al Fondo trae el recuerdo de otras épocas en las que se acudía en otras condiciones».

«Ahora estamos iniciando conversaciones en un programa en el cual ya tenemos un camino hacia la convergencia fiscal, con tipo de cambio flotante, un proceso gradual de integración al mundo y un plan de reformas estructurales. Vamos con el mismo programa que estamos implementando, no para destapar una olla a presión«, le explicó al matutino La Nación, y sostuvo que “lo hacemos de manera responsable ante el cambio de la situación internacional, donde la perspectiva es que las tasas en Estados Unidos sigan subiendo, y como la Argentina recae mucho en el crédito externo, la queremos proteger, en el marco de un crecimiento que lleva siete trimestres, con aumento del empleo, aumento de la inversión, baja de la pobreza y del desempleo».

Con respecto a los fondos que se negocie obtener, insistió en que «el programa va a ser un stand-by de acceso elevado, cuya cifra aún no se conoce y cuyo desembolso o no depende de la Argentina, porque una vez que se acuerda el monto los fondos están disponibles». «Una parte puede estar al comienzo, otra de manera escalonada, y si no se necesitan, no se usan», dijo.

Además, Dujovne reconoció que al Gobierno le cuesta bajar la inflación porque está «haciendo muchas cosas a la vez, como normalizar los precios de los servicios públicos y recomponer las reservas del Banco Central».

«Creo que tuvimos un problema con las metas iniciales: si hubiéramos tenido metas más realistas, hoy el cuestionamiento político a la inflación sería mucho menor. Nos pusimos objetivos muy ambiciosos que, en cierta medida, nos generan la crítica. Pero está claro que, lentamente, la inflación irá bajando, y esta vez sin atajos», dijo.

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