El periodista y acérrimo defensor del macrismo, Luis Majul buscó instalar en su editorial que existe un nuevo tipo de golpe de Estado y que ya está en marcha.
Lamentablemente el conductor cada día se aleja más del periodismo y se ubica en una posición complicada, militante, agitadora. Más cerca de configurarse como un ariete de la derecha, utiliza los medios en los cuales se desempeña para demonizar a los comunicadores que, desde una práctica más adecuada, critican al poder de turno, y también cuestiona a medios como este al que alguna vez calificó como «una página trucha repleta de noticias radicalizadas».
Ahora, desde la pantalla de América, Majul se preguntó si «hay un nuevo tipo de golpe de Estado en Argentina?, ¿qué va a pasar mañana (por hoy) con el dólar?» -no pasó nada-.
Así funciona el poder, coptando medios y periodistas, y Luisito es el mejor exponente de esa operatoria.
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