El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, consideró que la intervención del PJ nacional «abre una ventana de oportunidades» para el futuro del partido y se mostró contrario a propiciar un «amontonamiento a cualquier precio».

En ese marco, subrayó que, con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, «no aparecen a la vista posiciones comunes vinculadas a garantizar gobernabilidad a este gobierno».

«Por lo menos, se abre una ventana de oportunidades», aseveró en relación a la resolución judicial de María Romilda Servini, que puso al frente del partido al gastronómico Luis Barrionuevo, a quien le encomendó conducir un proceso de normalización.

«La intervención siempre es un elemento extraño. Pero la historia del peronismo demuestra que estuvimos casi más tiempo intervenidos que normalizados. No nos escandaliza, porque nuestro nivel de institucionalidad ha sido siempre muy bajo», evaluó el mandatario salteño.

Consultado sobre el rol que le cabría a la senadora y líder de Unidad Ciudadana en esa «ventana de oportunidades» de la que habló, el gobernador descartó a la ex mandataria en el escenario futuro del PJ que él imagina.

 «La obligación política de la dirigencia partidaria es construir una alternativa superadora».

«No creo en el amontonamiento a cualquier precio, creo que tiene que haber posiciones comunes. Con la ex presidenta no aparecen a la vista posiciones comunes vinculadas a garantizar gobernabilidad a este Gobierno y a construir una alternativa superadora que no mire para atrás, sino para delante», subrayó.

«Debemos colaborar para que a la Argentina le vaya bien. Es nuestra obligación política construir una alternativa superadora; si le ponemos nombre propio antes de construirla, flaco favor le hacemos a la competitividad de ese espacio», respondió cuando le preguntaron si mantiene su intención de ser candidato a presidente.

Para Urtubey, «el peronismo que viene tiene que ser un nuevo espacio, que podremos transitar algunos dirigentes que algo de historia tengamos en el peronismo» pero que, además, debe vincular el partido «más a la gente que a los dirigentes entre sí».

«En los últimos años, el peronismo empezó a convertirse en una expresión de poder, mucho más que en un movimiento que representa a mayorías y de neto corte popular», concluyó el gobernador de Salta.

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