El consumo masivo acumula dos años de caída y lo más probable es que no logre repuntar este año, con un crecimiento del PBI en torno al 2% y el salario real estancado respecto de 2017, indicó un informe difundido  por la consultora Ecolatina.

«Dado que estimamos un crecimiento del PBI que rondará el 2% y que el salario real se mantendrá estancado respecto a 2017, lo más probable es que el consumo masivo no logre repuntar este año», señaló.

El ‘período preventivo de crisis’ en que ingresó uno de los principales supermercados puso el foco en el estado del sector: pese a que la economía logró recuperarse en 2017, el consumo masivo registró su segunda caída anual consecutiva.

Ecolatina indicó que «el consumo masivo es una de las variables más golpeadas de los últimos años. En 2016, la actividad económica disminuyó casi 2% interanual, mientras que el consumo masivo se redujo más del doble (-4%). El año pasado el PBI trepó casi 3% i.a., a la par que el sector bajo análisis acumuló su segundo año consecutivo de caída (-1% i.a.)».

De este modo, mientras que entre 2015 y 2017 la actividad agregada registró un avance de 1%, el poder adquisitivo se redujo 1,1% y el consumo masivo marcó un retroceso mayor a 5%.

Pese a que la economía local reencauzó su proceso de crecimiento (incluso superando a su anterior pico), esta rama no logra acoplarse a la tendencia positiva.

Esta evolución negativa no fue generalizada para el gasto general de los hogares: el consumo privado total (que incluye también la compra de bienes durables y servicios) avanzó 2,5% en los últimos dos años, por lo que se observa una sustitución en la composición del consumo hacia el interior del presupuesto de las familias.

Asimismo, se está experimentando una reconfiguración dentro del consumo masivo: mientras que el canal mayorista acumuló un alza cercana a 25% en cantidades a lo largo de la gestión Cambiemos, los supermercados e hipermercados redujeron sus ventas en 12%.

Por otra parte, debido a las correcciones realizadas en las tarifas, entre diciembre de 2015 y marzo de 2018, la inflación de Precios Regulados para el Gran Buenos Aires casi triplicó al índice general (226% y 88%, respectivamente según el IPC Ecolatina).

«Por lo tanto, motivada por la nueva configuración de precios relativos, el ‘ingreso disponible’ para el consumo masivo se achicó», puntualizó.

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