La desocupación retrocedió 0,4 puntos porcentuales en relación con igual trimestre de 2016, cuando se había verificado un 7,6% y el gobierno salió a celebrar el dato como un éxito de gestión. Sin embargo, el índice verifica que sólo 3 de cada 10 empleos responden al sector privado y la mitad son nuevos monotributistas.

La cifra fue fuertemente celebrada ayer por el gobierno nacional, que destacó que el incremento se dio además en el marco de un crecimiento de la actividad económica, algo aún más valioso pero no tan cierto.

Los especialistas, a diferencia de los funcionarios de Cambiemos, eligen la cautela. Remarcan que recién en quince días estará disponible el informe completo, que permitirá analizar la calidad del empleo generado. En los índices del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) -un registro del Ministerio de Trabajo-, por ejemplo, apenas 3 de cada 10 puestos «generados» son privados. Y la mitad del total responden a personas que se anotaron en el registro del monotributo, algo que el gobierno computa como un nuevo puesto laboral, pese a que no siempre es así.

Desde el Ministerio de Hacienda, sin embargo, prefieren poner la lupa sobre los datos favorables. «En términos regionales, en 5 de las 6 regiones urbanas más grandes subió la tasa de ocupación, siendo el incremento más importante en la región Noroeste (+2,9%), y en 4 de ellas cayó la tasa de desocupación, donde la caída más pronunciada se produjo en la región Pampeana (-1,4%). En el aglomerado más populoso, el Conurbano, la tasa de desocupación cayó 0,2% hasta 9,2%, el registro más bajo de la serie», indicaron.

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