Marcos Peña y Francisco Cabrera con autoridades de la Unión Industrial Argentina

Tras las duras críticas del ministro de la Producción, Francisco Cabrera, a los empresarios industriales, a quienes les pidió que «dejen de llorar y se pongan a trabajar», la cúpula de la UIA se reunió hoy con el jefe de Gabinete, Marcos Peña y Cabrera.

La reunión, de la que participaron el presidente de la entidad, Miguel Acevedo y los vicepresidentes Luis Betnaza y Daniel Funes de Rioja, transcurrió en un clima ameno, los dirigentes de la Unión Industrial Argentina no fueron a confrontar, sino a recomponer una relación que es de vital importancia para ese sector, las grandes empresas; que preocupadas por la importación indiscriminada, ven disminuidos sus márgenes de rentabilidad.

Sin embargo, hubo un sector que nuevamente fue dejado de lado y no tuvo el mismo trato que los popes de la industria, el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas. Tras las declaraciones de Acevedo, quien aseguró que «se abordó la agenda de temas vinculados a la actividad industrial y se establecieron pautas para continuar trabajando de forma complementaria» y que ponderó «el conjunto de medidas positivas que el Gobierno impulsó desde el inicio de su gestión»; los empresarios Pymes, que no tuvieron representación en el cónclave salieron a marcar sus diferencias.

En un comunicado emitido por la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios, sostuvo que «se ratifica que los representantes de las grandes empresas de la Argentina no difieren con las líneas fundamentales de la actual política económica, sino que buscan asegurar, como siempre lo han hecho, su máxima rentabilidad a costa del resto de los sectores de la economía».

Tras la reunión el presidente de la UIA proclamó el inicio de “nueva etapa para una Argentina que necesita ampliar mercados”, y habló de “un país más abierto al mundo” y de “trabajar en la competitividad para exportar”. Para ello, se comprometió a trabajar en las mesas sectoriales junto con el Gobierno.

Desde Apyme explicaron que es preciso puntualizar que el actual contexto económico, generado por las políticas aperturistas y desreguladoras del Gobierno, se caracteriza por el retroceso y el estancamiento de la industria local, con un promedio de 62% por ciento de utilización de la capacidad instalada, la caída continua del mercado interno y un gigantesco déficit de la balanza comercial por la avalancha de productos importados de consumo final e intermedios, que dejan fuera de mercado a sectores productivos enteros, en particular las Pymes, las economías regionales.

Según detallaron, los acuerdos sectoriales apuntan a abaratar el costo del salario de los trabajadores como principal variable de ajuste. Esta dinámica puede beneficiar en principio a algunas empresas, y en particular a la economía concentrada, pero perjudica gravemente al conjunto de las Pymes: con menores ingresos de los trabajadores activos y pasivos, y una mayor precarización laboral, se provoca una continua merma del poder adquisitivo en el mercado interno, principal fuente de ingresos del 99 por ciento de las empresas del país.

Estas empresas son las que padecen en mayor medida las consecuencias del actual modelo económico: ahogo financiero y fiscal, falta de acceso y encarecimiento del crédito aumento desproporcionado de tarifas, invasión de productos extranjeros, caída en las ventas e incremento de costos por la alta inflación y las tendencias alcistas del dólar.

«La mal llamada “ley mipyme” promovida por el gobierno y avalada por los sectores de las grandes empresas, demostró ya su previsible ineficacia. Por el contrario, el sector de las Pymes está en emergencia, y es urgente debatir y establecer políticas diferenciadas que contemplen su situación. Una verdadera agenda industrial y Pyme debe proponerse metas de desarrollo equitativo, lo que involucra a todos los sectores del trabajo y la producción agredidos por el actual modelo».

Ante esta situación que permanentemente deja afuera a los empresarios nacionales, APYME llamó a debatir políticas alternativas con un papel activo del Estado, fomento a la industria nacional, el mercado interno y las pymes y una inserción soberana en el mundo que resguarde los recursos estratégicos del país.

La misiva enviada por la entidad representante del sector Mipyme lleva la firma de su presidente, Eduardo Fernández y el secretario de la entidad, Juan José Sisca.

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