El juez a cargo del desalojo que terminó con la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel, Gustavo Villanueva, ordenó realizar una inspección ocular en el lugar donde este fue asesinado. El resultado, el desmoronamiento del discurso oficial del Ministerio de Seguridad y de Patricia Bullrich.

Hablamos de trama de encubrimiento no tanto por hechos fácticos sino relacionado a cómo se manejó el gobierno nacional respecto a ambos temas: pistas falsas, desvío de información o culpar a miembros de la comunidad.

Tras varias horas de busca de pruebas, los peritos determinaron que no se encontraron “ramas rotas por disparos”, y sí por el contario, cartuchos provenientes de ametralladoras de 9 milímetros, las mismas que utiliza la Prefectura.

Además, como otro dato importante, también se terminó de confirmar que el joven mapuche recibió un disparo por la espalda a más de mil metros, lo que también volvió a desestimar al discurso esgrimido por la ministra Patricia Bullrich, que habló de “enfrentamiento” a por lo menos 300 metros entre los mapuches y el grupo Albatros de Prefectura.

La ministra había defendido a las fuerzas de seguridad que participaron en la represión que terminó con la vida de Rafael Nahuel, de la misma forma que lo había hecho con la Gendarmería a días de la desaparición de Maldonado. En la conferencia de prensa luego de la muerte del joven mapuche, Bullrich llegó a decir que «no tenemos que probar lo que hacen nuestras fuerzas de seguridad», habilitando a cualquier accionar represivo de las fuerzas de seguridad a su cargo.

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