Leandra, diploma en mano con sus padres Melina y Ricardo.

Leandra Atenea Levine Hidalgo tiene 19 años. Como tantos otros jóvenes, acaba de terminar el CBC para comenzar a estudiar medicina, su «carrera soñada». Pero además, Leandra es drag queen, actriz, se define como «su propia obra de arte» y acaba de sentar un precedente en el Colegio Carlos Pellegrini de Buenos Aires, donde hizo la secundaria, al convertirse en la primera alumna trans en egresar con su nueva identidad.

Ayer, en la ceremonia de entrega de diplomas -que se realiza un año después en los colegios que dependen de la UBA- ella recibió uno con su nombre de mujer. En el año que separó su egreso del diploma, ella atravesó seis operaciones acompañadas de tratamientos con hormonas para hacer efectiva la transición después de un largo proceso de descubrimiento de su propia identidad de género.

(Cata Derecho)

(Cata Derecho)

En el fragmento de su discurso en la ceremonia que se viralizó en el día de ayer, Leandra agradece en un momento por la libertad de expresar su identidad de género «que fue mutando a lo largo de los años». En una conversación telefónica con Infobae, la protagonista de esta historia explicó lo que significó para ella esa transformación. «Cuando ingresé al Pellegrini, al principio no me había planteado el tema de género porque nunca tuve la necesidad», contó con un evidente alivio de no haber pasado por el sufrimiento que a menudo caracteriza a las infancias transgénero. «A mí nunca me impusieron nada, ninguna masculinidad predominante, porque por suerte tengo padres considerados y de mente abierta. Por suerte no tuve que pasar por nada que no haya querido».

En ese momento clave que es la adolescencia para la autopercepción, el descubrimiento de la sexualidad y el propio cuerpo, el proceso se catalizó. «En esa etapa esas cosas empiezan a surgir porque te relacionás con gente y  empezás a conocerte. Así fui a lo largo de los años realizando una transición que es difícil y que no pasa de un día para otro; vas experimentando».

A pesar de que Leandra cuenta que siempre tendía a la feminidad, vivía y se mostraba de una forma andrógina, con características de ambos géneros. Con el tiempo, la Leandra que es hoy se fue haciendo presente. Experimentó con maquillaje, tacos, pelucas y fue descubriendo y construyendo su identidad.

Sin embargo, a pesar de que para ella fue un proceso feliz, reconoce que es más bien una excepción. Leandra tuvo la oportunidad única de elegir sin violencia ni discriminación y de recibir el afecto de un entorno que la quiere y la respeta. Pero como, aún en esta época, para tantas otras personas trans la realidad es otra, para ella es fundamental la exposición, el debate y la reivindicación del orgullo como respuesta política al rechazo.

Una de las causas, según ella, de los problemas que tiene la transexualidad es la incapacidad de muchas personas de poder ver más allá de los términos binarios que propone la sociedad: hombre o mujer. «Hay una presión para las chicas trans de aspirar a una feminidad impoluta, de que no se les note», dijo. «Pero a muchas no les interesa. A mí no me interesa si luzco un poco hombre y un poco mujer, no me molesta. Yo sé que me siento mujer. Hay muchas chicas más masculinas en sus rostros y siguen siendo chicas. Es como te sentís».

(Javier Ottone)

(Javier Ottone)

Leandra se sentía Leandra y eso es lo que quería ser. Así fue que inició el proceso burocrático para cambiar su identidad y, en ese proceso, solicitó al colegio que la reconocieran. «Leandra nos informó que había comenzado los trámites para su cambio de identidad de género y que, si bien su trámite no estaba terminado, ella nos solicitaba poder recibir el diploma que damos en la Facultad de Derecho con su nueva identidad», explicó a Infobae Leandro Rodríguez, rector del Pellegrini. «La jefa del departamento de alumnos tomó la solicitud, nos reunimos y yo consideré que aun no habiendo terminado el cambio y, siendo la entrega de diplomas una ceremonia de festejo, Leandra tenía que recibir su título con su nuevo nombre. Fue una medida muy bien recibida por toda la comunidad de la escuela».

—Siempre hacés hincapié en la diferencia entre sexualidad y percepción de género. ¿Cómo se relacionan para vos?

—Van de la mano porque el género es lo que se desea en la sexualidad y justamente una de las razones por las que realicé la transición es para sentirme deseada como yo me siento. Más allá de eso, esta es una cuestión de identidad pura, la sexualidad es una consecuencia directa. No es lo mismo relacionarse como alguien que no se quiere a sí mismo que como una persona que puede permitirse ser auténtica.

—¿Cómo viviste la transición?

—Fue todo en este último año. Sobre todo porque antes estuve experimentando y es difícil llegar a definirte, especialmente con lo que tiene que ver con cambios físicos. Ahora que soy mayor de edad empecé a ir por mis propios medios a los hospitales y a asesorarme con el tema de la toma de hormonas y las cirugías. Quiero verme y que me vean para que mi identidad se exprese a través de mi físico.

—Antes de la cirugía ya hacías transformismo. ¿Podés explicar de qué se trata el movimiento de drag queens?

—Yo siempre digo que el drag me dio la oportunidad de expresar artísticamente mi género, porque el drag de por sí es componer un personaje. Son máscaras que te ponés y tenés la posibilidad de transformarte en personajes con feminidad exacerbada.  Yo me doy cuenta de que en mi caso vino por la necesidad de expresar esa feminidad. Ser drag queen no significa ser trans. También hay hombres que son drag queens pero en mí yo descubrí que además de una forma de expresar mi arte era una forma de expresar mi feminidad.

—¿Y quién sos cuando te vestís de drag queen?

—Son distintas Leandras. Me puedo poner con un look de operada, de bruja, de secretaria, todo lo que se te ocurra. Lo lindo es lo teatral de eso porque yo también soy actriz y siempre me gustó interpretar. Lo que tiene el drag es que es una forma teatral de esa feminidad.

(Santiago Fernández Pello)

(Santiago Fernández Pello)

—¿Cómo se trataban estos temas en tu casa y en tu colegio, que son los ámbitos donde generalmente más se sufre la incomprensión o el rechazo? 

—Mis viejos no tuvieron ningún problema. Se preocuparon por la cirugía como cualquier padre pero igual estuvo todo bien. Hay muchas chicas que sufren que las expulsen de sus hogares, por ejemplo. Y si no contás con el amor de tus padres es muy difícil poder expresarte o ser feliz. Necesitás esa validación máxima, poder sentir que los que te dieron la vida te aceptan como sos. No se sabe con exactitud el origen de la transexualidad pero igual es algo que pasa y si pasa hay que aceptarlo. Hay que poder como padres acompañar a esa persona.

—¿Y cómo son las relaciones con amigas o con parejas, por ejemplo?

—Hoy por hoy mi vida sucede en el mundo del arte, estoy con muchos proyectos artísticos y de performance. Me muevo en un ambiente donde hay mucha gente LGBT, así que estoy muy contenida. Con las relaciones, la verdad que no vengo teniendo suerte por cómo son los hombres respecto de la transexualidad. Si bien a muchos les puede gustar, no todos lo asumen. Yo no me siento bien cuando me siento sexualizada, en un punto. Me gustaría que el acercamiento no sea solamente un deseo sexual, que se viva más natural. Poder tener citas, por ejemplo. Ahora todavía está todo muy reprimido.

Los hombres que están conmigo siguen siendo heterosexuales porque les atrae la feminididad pero muchos tienen miedo de que los califiquen como gays. Es posible que haya gente que lo piense así pero ellos tienen que saber lo que son y que sea lo que sea no tiene por qué ser un problema.

(Julieta Bugacoff)

(Julieta Bugacoff)

—¿Qué le dirías al lector que no te entiende?

—Les diría, e insisto, que todavía no se sabe el porqué, la causa o el origen de la transexualidad, pero aun así es algo que pasa. Hay un sector de la sociedad que vive esto, lo siente y necesita resolver el problema de la disforia de género. No podés vivir infeliz solamente para satisfacer a otros que tienen pensamientos retrógrados. Leí muchos comentarios sobre que ahora hay noticias de trans todo el tiempo y nos privilegian. Pero no, vivimos mucha violencia. La gente tiene prejuicios, en la calle te violentan, de hecho hay un índice muy alto de asesinatos a personas solamente por ser trans. Les diría que teniendo en cuenta todo esto simplemente nos dejen ser, queremos vivir una vida normal.

Leandra está feliz de haber podido sentar un precedente tan importante, tal vez su historia llegue a oídos de otras personas que atraviesan su situación y pueden, a partir de la experiencia de otros, dar un paso al frente con orgullo. Ella se alegra de ser parte de eso y aclara que le encantaría que cualquier persona que tenga una duda o quiera hablar del tema la pueda contactar por sus  . «Yo voy a estar feliz de ayudarlos».

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4 Comentarios

  1. Basuras como esta son la que tanto daño hacen sobretodo a los chicos.
    un pobre puto con titulo logrado a base de hacerle petes al 50% de los profesores y 80% de sus compañeros y encima le damos cámaras, micrófono, en fin con el fin de lograr captar un lector mas todos los periódicos son la misma basura de Mariana, Pamela y Rial, los cuales vomitan mier.. todos los días.
    Chicos, al pan pan y al pu.. put.. Levanten la puntería, esto ya da un poco de vergüenza ajena. saludos.

  2. Basta de resaltar la homosexualidad como algo positivo, es una aberración a los ojos de dios, un mal que deber ser desterrado amén

  3. ES FEO EL PUTO.
    TE HICIERON MAL JETÓN.

    ESTO ES TODO OBRA DEL PUTO CRIMINAL JUDÍO SOROS, DARLE MANIJA A LA HOMOSEXUALIDAD, ES UN PLAN JUDÍO DE DESTRUCCIÓN DE LA FAMILIA Y DE TODOS LOS VALORES.

  4. Te felicito Leandra !Lograras lo que te propongas por tu fuerza y por el amor e inteligencia de tus padres!!

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