Las burradas de Larreta
A días de la desaparición de Santiago Maldonado, el Jefe de Gobierno porteño tuvo una brillante idea... regalará camioncitos de Gendarmería para el día del niño.

Llama poderosamente la atención que el gobierno porteño le niegue información al Observatorio de Derechos Humanos (ODH) sobre la compra de denominadas «armas menos letales» o «less lethal weapon» por sus siglas en inglés que adquirirá la Ciudad próximamente para su policía.

No sería exagerado, considerando los tiempos que corren y las últimas incursiones de las fuerzas de seguridad en ocasiones de represión y control de protestas, como fue el caso de la instalación de la Escuela Itinerante donde se golpeo y reprimió a maestros, pensar que el macrismo persigue un siniestro objetivo: controlar la protesta social vía el uso de nuevas armas avanzadas, no letales pero de fuerte impacto sobre las personas.

Será por este motivo y por los oscuros planes que tiene el gobierno para controlar la vía pública, que se esconde deliberadamente información respecto del armamento que estará en posesión de los efectivos en las próximas semanas de acuerdo a la publicación en el Boletín Oficial de la CABA que prevé la adquisición de 200 “lanzadores less lethal weapon” y que en el detalle técnico indica «Calibre 68 para control de disturbios y neutralización de sospechosos violentos, sistema de aire comprimido, sistema de alimentación por cargador removible, 50 metros de alcance efectivo, alcance máximo de 100 metros, munición frangible estabilizada y sistema de mira holográfica graduada».

Less Lethal Weapon
Ejemplo de un arma menos letal

Este detalle que para el lector desprevenido puede parecer confuso, alertó al Observatorio y motivó reiterados pedidos de informes al Secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo Dalessandro, quien lejos de proporcionar la información solicitada, emitió una Resolución -la 2017-16-SECS- que deniega el pedido de acceso a la información pública sobre la adquisición de este tipo de armas, por considerar que “no resulta conveniente informar sobre cuestiones relativas al uso específico de armas para operaciones especiales y el grupo de fuerza en los cuales se utilizaran dichos elementos, ya que este tipo de información sensible podría frustrar el accionar del personal policial”.

De este modo, el Secretario de Seguridad elige escudarse en una interpretación sesgada y arbitraria de la ley de acceso a la información pública, para evadirse de la obligación de dar cuenta de sus actos.

La respuesta del gobierno
La respuesta del gobierno de la Ciudad al requerimiento del Observatorio de Derechos Humanos porteño.

El ODH había consultado sobre el uso específico para el cual estarían destinadas las armas denominadas “menos letales”, qué grupo dentro de la Policía de la Ciudad las utilizaría; cuál es el plan de actuaciones al que estaría sujeta la compra de estas armas, pero la respuesta nunca llegó.

La falta de respuesta no hace otra cosas que preocupar a la sociedad ya que no hay ningún tipo de explicación sobre cuál será el uso de este tipo de armamento, y genera serias sospechas respecto de cómo se buscará el control de la calle, que tanto le preocupa al macrismo.

El Gobierno de la Ciudad, al igual que a nivel nacional, hacen gala y promueven la transparencia como un valor central de su gestión, pero en la práctica demuestran una enorme distancia entre lo que separa su discurso de sus actos administrativos.

Por vía de una interpretación antojadiza, el Gobierno de la CABA ha preferido perecer en el oscurantismo, antes que garantizar el control público de sus actos de gobierno.

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