por Gabriel Eiriz – @gabrieleiriz

 

La industria no arranca, todo lo contrario se hunde. Todos los indicadores muestran una retracción en cada una de las actividades productivas, menos unas pocas: el campo, la minería, las energéticas y la bicicleta financiera.

De esta manera se desnuda la visión de país que tiene el gobierno de la Alianza Cambiemos: producción y exportaciones de productos primarios, prestación de servicios y endeudamiento feroz. Por muy doloroso que resulte, se parece demasiado al proyecto económico de la última dictadura cívico-militar.

A 15 meses de iniciar su mandato, ya no hay lugar para excusas, atrás quedó la «pesada herencia». Hoy la pobreza, la inflación y el desempleo son producto de políticas económicas y sociales deliberadamente delineadas para precarizar al trabajador en claro beneficio de las grandes corporaciones.

No es casual el inusitado entusiasmo que mostró Macri en la feria del campo que se desarrolla en San Nicolás, patrocinada por sus socios mediáticos, los diarios Clarín y La Nación.

Frente a todos los productores agropecuarios y fabricantes de maquinaria agrícola, el presidente manifestó que el campo es «alegría y entusiasmo» por el dinamismo que ofrece esta actividad a la economía.

«hay sectores que recién están comenzando a ponerse en marcha» tras cinco años de «estancamiento», pero la realidad es que nada de esto es cierto, la industria se desplomó y las pequeñas y medianas empresas ya no pueden sostener la actividad.

Macri formuló estos conceptos tras recorrer Expoagro 2017, donde alentó a los productores a seguir invirtiendo en el campo: «Yo les digo: no aflojen», expresó eufórico. «Hoy más que nunca ratifiquen que podemos construir la Argentina que nos merecemos, un camino que no se detiene, ya que esa Argentina unida es imparable: í Aguante el campo ! í Aguante Argentina!», exclamó el mandatario, en un breve discurso en el que no realizó ningún anuncio.

Con estas palabras cerró su recorrida por la muestra Expoagro 2017, que tiene lugar en el predio ubicado en el kilómetro 225 de la ruta nacional 9.

Previo a su paso por la expo, de la que también participaron la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y la diputada nacional de Cambiemos Elisa Carrió, el presidente recorrió también las obras que se están realizando en el puerto de Timbúes, en Santa Fe, para desarrollar la exportación.

«Todas las promesas que hicimos y cumplimos, y ustedes respondieron, poniendo en marcha inversión como nunca antes, con récord de ventas de maquinaria y uso de fertilizantes». Dijo la verdad, cumplió todas y cada una de las promesas que le hizo al sector agropecuario, pero ninguna, absolutamente ninguna para los sectores populares .

Macri aseguró que la exposición de San Nicolás «es una fiesta de la alegría y del entusiasmo» que se traduce en los resultados obtenidos en la cosecha de granos y los números que ofrece la ganadería.

El mandatario afirmó que esto es así «porque restituimos la confianza basada en la verdad, la transparencia, el valor de la palabra que siempre ha sido tan importante en el campo argentino».

Sobre el cierre de su discurso el presidente pidió que «no aflojen», y seguramente ellos no van a aflojar, la rentabilidad del sector se multiplicó exponencialmente, mientras que el sector de los trabajadores vio deteriorado el poder adquisitivo por la feroz transferencia de recursos que hizo este gobierno en favor de este sector.

«Que viva el campo, que viva la Argentina», finalizó el presidente, desnudando en esta exclamación lo que realmente es importante para su gobierno.

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