Fondo Monetario Internacional

Próximamente volverán a pasearse por Buenos Aires los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), como solían hacerlo regularmente en los tiempos de Carlos Menem, y más aún en los de Fernando de la Rúa. Como anticipara el miércoles Jorge Todesca, titular del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) el trabajo de colaboración que este organismo ya viene realizando el FMI, se plasmará en una visita de funcionarios del organismo multilateral para evaluar las metodologías.

Esto fue confirmado ayer al diario Ámbito financiero por el director de comunicaciones del FMI, Gerry Rice: “Con relación a los datos difundidos ayer, estamos en el proceso de evaluar su metodología y en este contexto, un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional visitará Buenos Aires, en la segunda parte de este mes de junio, para participar en discusiones técnicas y metodológicas con las autoridades del organismo estadístico argentino, relativos a los datos sobre producto bruto interno y el índice de precios al consumidor”, sostuvo.


un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional visitará Buenos Aires, en la segunda parte de este mes de junio


Argentina aún cuenta con una moción de censura por la falta de confiabilidad en sus estadísticas oficiales. Si bien han cambiado las autoridades y se decidió discontinuar el IPCNU, que fuera presentado por el ex ministro de Economía Axel Kicillof en 2014, el FMI continúa manteniendo su cronograma previo para evaluar si levantan o no la sanción. Así lo explicó Rice: “Estas recomendaciones del equipo técnico del FMI serán la base de informe que se elevará al Directorio acerca de los progresos en las estadísticas argentinas”.El informe será remitido el 15 de julio. “Se espera que el board revea la decisión (de censura) sobre los datos argentinos hacia fines de agosto y septiembre”.

También el director de Comunicaciones anticipó que “estamos listos para avanzar con el capítulo IV referido a la Argentina y con este propósito estamos planeando una misión (que vendrá a la Argentina) hacia fines de septiembre, que es independiente de la misión que vendrá en julio”.

La revisión del artículo IV consiste en una evaluación del conjunto del desempeño macroeconómico del país, y de los objetivos de política monetaria, fiscal y otras áreas de política pública, que invariablemente se traducen en prescripciones de medidas de apertura económica, privatización, liberalización en beneficio del capital extranjero, y otra serie de “reformas estructurales” en línea con las exigencias de Washington y otros centros imperialistas, las finanzas globales y el capital trasnacional, de los cuáles el organismo es correa de transmisión.

Dichas prescripciones se transforman en obligaciones para los países que tienen préstamos vigentes, ya que rechazarlas significa que el organismo no refinancia vencimientos, lo que además es tomado como una mala señal por los “mercados”, un chantaje que así se retroalimenta.

La Argentina no habilita una revisión en base al artículo IV desde julio de 2006. Para evitarla, Néstor Kirchner pagó de manera anticipada 10 mil millones de dólares de deuda con el organismo. De esta forma sin programas financieros en curso que lo exigieran, pudo rechazar la revisión sin romper en ningún momento con el organismo, del cual la Argentina siguió siendo miembro pleno, cumpliendo con las obligaciones que se derivan de ahí y haciendo uso de varios los derechos.

En un paso más de la “vuelta al mundo” de Mauricio Macri, en las próximas semanas el Presidente podrá decir “Bienvenido Mr. Rice: bienvenido nuevamente el FMI a la Argentina”. Otra postal noventista de la revolución de la alegría.

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